lunes, 3 de agosto de 2015

ELN Y GOBIERNO A MESA PUBLICA DE CONVERSACIONES… YA!!!

CARLOS MEDINA GALLEGO
Docente-Investigador
Universidad Nacional de Colombia
Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz

Al parecer hoy se inicia un nuevo ciclo de conversaciones en la fase exploratoria entre el ELN y el Gobierno Nacional. Este proceso nos ha tenido con muchas expectativas a los que trabajamos por la solución política del conflicto armado y, desde distintas esquinas,  ayudamos a construir entusiasmos y hacemos aportes y observaciones, que pudiéndose o no tener en cuenta,  ayudan a mantener viva la esperanza.

En la conmemoración de los cincuenta y uno año de vida del ELN su comandante Nicolás Rodríguez Bautista, hizo particular énfasis al propósito de paz de la organización señalando: “La paz ha sido siempre nuestro anhelo y nuestro objetivo final”, también ha señalado que “El ELN nunca se ha negado ni se negara a discutir sobre las armas, que esa disposición ha sido expresada con mucha claridad, pero que el gobierno,  aun así, se niega a avanzar con el ELN” y, que ellos están por una paz con justicia social, soberanía e independencia.

Si a esta declaraciones le sumamos las hechas hace una semanas en el sentido de que ya hay una agenda acordada en un 80%, al terminar este ciclo,  tiene que acordarse una mesa publica entre Gobierno y ELN.

El acuerdo para iniciar las conversaciones entre las partes, no puede agotar la discusión que conduce a acuerdos políticos sobre temas de agenda que solo se inician y se consolidan con la mesa pública. Lo que se debe hacer explicito y es eso lo que las partes han hecho es mostrar su voluntad para conversar y llegar a acuerdos para terminar el conflicto armado y construir rutas que conduzcan a una paz con justicia. Construir una agenda guía, la metodología, con sus correspondientes acompañamientos, logísticas y sede de conversaciones es lo cuenta en esta etapa. 

Creo que tanto el Gobierno Nacional como el ELN, se la deben jugar en este momento que se ha hecho el relanzamiento del proceso de conversaciones de paz  con las FARC, a la instalación de la mesa pública de conversaciones con decisión, imaginación, osadía y responsabilidad. El inicio del proceso de desescalamiento y de creación de las condiciones para un cese bilateral y definitivo al fuego que se comienza a dar el próximo 20 de julio, con el propósito de ambientar mejor las conversaciones, es un buen escenario para anunciarle al país el inicio de la mesa publica de conversaciones entre el Gobierno Nacional y el ELN.

Si las armas no son un obstáculo menos lo puede ser la política. No creo que exista ninguna contradicción entre las partes en la necesidad de buscar una salida negociada al conflicto armado, ambos han hecho explicita esta necesidad. No creo que haya problema para que se discuta y alcance con realismo acuerdos sobre temas fundamentales para la sociedad colombiana. Las partes se han fijado como propósito fundamental la paz, con la suerte de que tienen que ponerse de acuerdo de lo que entienden por ella. El ELN reclama Paz con justicia social, soberanía e independencia. Bueno,  hay que conversar qué es eso en la práctica del mundo globalizado. Nadie en este país podría oponerse con éxito a la necesidad de la ampliación y profundización de la democracia. La participación de la sociedad civil en las nuevas formas de la planeación territorial y en su gobernabilidad,  hoy son un requerimiento esencial del mundo moderno. Las nuevas ciudadanías y movimientos sociales cada vez se incluyen más en los asuntos públicos y de gobierno.

 El gobierno tiene que detener las hostilidades, manejar los conflictos sociales de una manera distinta a como maneja el conflictos armado, porque el postconflicto está repleto de ellos y es una mala señal y no genera confianza, la persecución y la represión de los movimientos sociales y ciudadanos. Hay que cambiar los indicadores de conflictividad. Ya no se trata de decir cuántas capturas, cuantos heridos, cuantos homicidios, cuantas ejecuciones…, sino, cuantos acuerdos, cuantos proyectos, cuantas oportunidades, cuantos diálogos exitosos… se lograron con las comunidades en los territorios.  El gobierno tiene que volverse a ganar la confianza de la comunidad, no solamente ser legal, sino también legitimo.

Seguramente en las conversaciones que se abran comenzaran a construirse imaginarios de futuro. Se harán ejercicios de reflexión prospectiva sobre que podía ser el ELN sin armas, trabajando en los territorios y con las comunidades en la construcción de paz. Porque, es absolutamente claro que la paz no se construye de un día para otro y, que la justicia social, que no puede ser otra cosa que la garantía plena de los derechos fundamentales de todos, se ahí que la paz debe construirse con todos.

Recuerdo una entrevista que le hice hace muchos años a Manuel Pérez Martínez, en lo que después vine a saber era la serranía de San Lucas, hablábamos del fundamentalismo y del ELN…-, en esa ocasión me dijo: “el problema nos son las armas, armas se consiguen en cualquier parte, cuando se quiere armar una guerra…, el problema es la formación de los hombres que las disparan,  porque la esencia y el fundamento de la guerra es la política, es la política la que mueve las armas y no las armas las que ordenan a la política, nuestra lucha es en esencia una lucha por causas políticas y sociales”.

Las causas políticas y sociales siempre han de tener vigencia, más si están cargadas de altruismo, pero hoy las rutas que siguen esas causas en el continente y en el mundo en donde han alcanzado significativos éxitos, sin no pocas dificultades, lo han hecho por los causes democráticos y constitucionales.

Todo está dado para que el ciclo de conversaciones que se inicia hoy entre el ELN y el Gobierno Nacional, le anuncie a la sociedad colombiana, al terminar, la instalación de una mesa publica de conversaciones. Esperemos que así sea y que la voluntad política, la imaginación, la confianza y el deseo de paz, esté por encima de los detalles

13 de Julio de 2015
     


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