LA ETICA EN COLOMBIA
Insumos
para un conversatorio
CARLOS MEDINA GALLEGO
Docente-Investigador
Universidad
Nacional de Colombia
1.
El
momento actual que vive Colombia se corresponde a una serie de circunstancias y
fenómenos internos que han erosionado profundamente la espiritualidad de la
nación como el conflicto social y armado interno, el desarrollo de las
economías ilegales del narcotráfico, la corrupción y el clientelismo,
marginalidad y pobreza generalizada, violencia social y política fenómenos todos
unidos a enconamientos de la mentalidad de la sociedad sobre la lógicas y
valores que deben guiar la vida individual y social del conjunto de la
población. Existe una marcada tendencia a moverse hacia los extremos en temas
que marcan diferencias sustancias en la definición de los escenarios de la
conflictividad nacional.
2.
Esto
se produce en el marco del desarrollo de la globalización y del modelo del
capitalismo neoliberal y de las formas como las revoluciones de la tecnología y
la información impacta el desarrollo cultural a todos los niveles.
3.
La
sociedad colombiana ha cambiado y en este nuevo contexto surge la preocupación
por los valores que deben guiar la vida individual, familiar, comunitaria y
social de la nación colombiana en circunstancias en que las instituciones
rectoras del comportamiento social se vienen erosionando: La familia, la
escuela y la iglesia y el Estado, dando
paso a nuevos referentes que se articulan en lo esencial a los procesos
económicos y a las culturas de la acumulación y el consumo.
4.
Tal
vez el mayor problema que estamos afrontando, más allá de lo social, lo
económico y político, se ubica en el campo de la cultura y de la espiritualidad
de la nación.
5.
Se
está produciendo una profundad crisis en
la espiritualidad nacional que afecta los valores morales y éticos que
deben guiar la sociedad, en lo individual y lo colectivo, hacia formas cada vez
más elevadas de bienestar social, convivencia pacífica y desarrollo
democrático.
6.
Esa
crisis es el resultado de la evolución histórica de los fundamentos morales y
éticos con los que se ha venido construyendo las relaciones sociales que
afectan profundamente las posibilidades de un proyecto de nación que se erige
en el reconocimiento de los derechos fundamentales de las personas, comenzando
por el derecho a la vida.
7.
Es
una crisis que se fortalece en la banalización de la vida humana y en la
desacralización de la misma y, que se refleja en una sociedad engañada,
temerosa y violenta.
Elementos históricos en la construcción del comportamiento ético y moral en Colombia
8.
Los
fundamentos sobre los que se construyó la espiritualidad nacional son la
herencia del régimen de dominación colonial que se construyó sobre la
violencia, la dominación, la esclavitud, la explotación de la vida humana y su
aniquilamiento físico y espiritual. La herencia cultural de la colonia nos dejó
una sociedad patriarcal y creyente sometida al doble régimen de la autoridad
política y la autoridad religiosa.
9.
Pese
a que las ideas de la ilustración nutrieron la luchas de independencia, solo
sectores de las clases dominantes y de las elites se beneficiaron de ellas y
alimentaron sus confrontaciones, a lo largo del siglo XIX, en la constitución
del Estado Nacional, en una aguda tensión entre la herencia colonial y las
ideas liberales de la ilustración.
10.
El
peso del poder de la iglesia con su carga moral e ideológica, que se erigió
sobre la sumisión, la pobreza, el misticismo, la obediencia, el sacrificio y el
analfabetismo cultural se confronto con las ideas progresistas y laicas que se
preocuparon por la formación en valores enfocada a culturizar la población con
las ideas provenientes de la ilustración, las ideas de libertad individual,
democracia, soberanía popular, pacto social y el racionalismo como fundamento
del dominio sobre la naturaleza y los hombres. La lucha de la Fe, contra la
razón. La pre-modernidad contra la modernidad.
11.
Los
valores de obediencia y subordinación política se tornaron en rebeldía y luchas
de independencia contra el régimen colonial guiado por las ideas de libertad,
igualdad y justicia.
12.
Los
preceptos morales cristianos se vieron fuertemente confrontados por la
introducción de doctrinas que chocaban con las de la iglesia, como las de
Jeremy Bentham.
13.
En la primera y segunda república la educación estuvo orientada hacia la
formación de buenos ciudadanos, quienes tenían deberes y derechos con el
estado. La formación en valores dentro de un ámbito de moral, buenas
costumbres, obediencia al estado, respeto a la autoridad, civismo, patriotismo,
libertad, igualdad y justicia, la puntualidad, la compostura, los gestos, el
respeto y la formalidad, entre otras actitudes y valores fueron dando origen a
la espiritualidad de la nación y al comportamiento social colectivo.
14.
En
la segunda mitad del siglo XIX, con la aparición de los dos partidos políticos
tradicionales, se estructura dos formas de pensarse y existir en la nación
colombiana, que son el resultado de no otra cosas que de las contradicciones
entre lo religioso y lo laico. Contradicción que persiste en un modelo social y
político polarizado y desfigurado de las premisas esenciales de su origen.
15.
Con
el origen de los partidos y la lucha por el poder político en la conducción del
Estado, se da origen a prácticas estructurales que limitan y envilecen la lucha
político y la construcción democrática de la nación. La corrupción, ya Bolívar, desde antes, llamaba la atención sobre este
fenómeno, y legislaba con la pena de muerte para sus ejecutantes, en la medida
que sus acciones son profundamente lesivas al interés publico y al bienestar
general de la nación; el clientelismo
que se fue fortaleciendo, en torno al
usufructo personal, en la afiliación políticas; el nepotismo sobre el cual se gestara el desarrollo del régimen
oligárquico y su particular interés por mantenerse en el poder, lo que llevaría
a problemáticas estructurales como el fraude
electoral como forma de sustentarse en la administración de lo público.
16.
La constitución
de 1886 se refuerza el papel de la iglesia como la delineadora y
conservadora de los preceptos morales de la nación y se le da la
autoridad sobre las directrices a seguir en la educación. La regeneración
consolida los fundamentos de la vieja sociedad colonial en un contexto
histórico de conflictividad creciente y de lentos pero definitivos cambios en
el escenario social económico.
17.
En
medio de las guerras de finales del siglo XIX, se desarrollan los procesos de
colonización antioquena, se amplía la frontera agrícola, surge la hacienda
cafetera y pequeñas empresas artesanales manufactureras que posibilitaron la
acumulación originaria del capital aparecen otros intereses como el deseo de
acumulación y enriquecimiento, ambición
por el dinero y la tenencia de cosas como muestra de poder económico.
18.
Desde la colonia las economías ilegales se construyeron alrededor de la actividad minera,
el contrabando de tabaco, naipes y aguardiente, construyeron corredores de la
ilegalidad y generaron una cultura del beneficio acelerado al margen de la
institucionalidad fiscal.
19.
El desarrollo de las economías señoriales y el avance en el impulso de un modelo de capitalismo dependiente desde
comienzos del siglo XX, fue generando nuevos valores que dieron origen
a nuevos comportamientos demarcados por las relaciones económicas. El
individualismo, la búsqueda del lucro económico, el respeto a la autoridad, la
superación personal, unido a la herencia colonial de las buenas costumbres y el
fomento de la moral cristiana marcaron las pautas del comportamiento social
hasta mediados del siglo XX.
20.
Las
tres primeras décadas del siglo
redefinen las estructuras sociales y configuran los actores y las agendas de
conflictividad de la Colombia del siglo XX, movidos por distintos intereses y
lógicas sociales y políticas.
21.
A partir de 1930 y sobre todo con el gobierno
de la revolución en marcha se producen nuevos y significativos cambios en el
modelo social y educativo, se reconocen derechos y se configuran nuevos
escenarios de conflictividad que da origen al periodo de violencia.
22.
Las
trasformaciones que se están dando en el mundo introduce nuevos elementos de
juicio en el desarrollo de las luchas sociales y cierres en las posibilidades
de ampliación de la democracia, en una confrontación de las ideas conservadoras
contra un liberalismo reformista, al que ahora se le atribuye el calificativo
de querer instaurar los ideales
comunistas.
23.
En las décadas del cincuenta y sesenta se
desarrolla un ciclo agudo de violencia interpartidaria, en la que los partidos,
la iglesia, y la fuerza pública politizada llevan el país a una confrontación
fratricida, que tiene curso de solución entre el gobierno del General Gustavo
Rojas Pinilla y el régimen del Frente Nacional, Un pacto politico de mutuas
impunidades.
24.
A
partir del Frente Nacional se da origen
a una nueva caracterización del conflicto cuyo componente esencial será lo
político-ideológico en un florecimiento de los imaginarios de una izquierda
diversa, movida por valores distintos y con prácticas políticas diferenciadas,
que se mueven entre lo legal y lo ilegal, entre lo electoral y la confrontación
armada.
25.
Al
margen de las luchas sociales y políticas que se desarrollan desde la década de
los sesenta, se da el fenómeno del desarrollo de las economías ilegales del
narcotráfico con el Boom de la mariguana y la coca, lo que trasforma
sustancialmente la vida social, económica y política de la nación e impone
nuevos modelos de comportamiento que rompen radicalmente con los viejos
preceptos que condicionaban y limitaban el comportamiento individual y
colectivo.
26.
Surge
una narcocultura movida por antivalores como: consumismo dependiente, el dinero
como fundamento de la existencia, el enriquecimiento rápido, ambición personal,
corrupción sistemática y como practica de enriquecimiento, la vida fácil y cómoda
a cualquier precio, la intolerancia creciente, perdida absoluta del respeto por
la vida, los bienes ajenos, el desarrollo de las economías del despojo y el
surgimiento de clases emergentes con poder económico y político capaces de
apropiar el Estado
27.
Todo
esto unido al desarrollo de un modelo capitalista neoliberal devastador que
saquea los recursos estratégicos de la nación en complicidad con la elites
políticas y económicas criollas, generando profundos impactos y auténticas
crisis ambientales y humanitarias. El
poder de la economía por encima de la vida humana.
28.
A
partir de la constitución de 1991 la
moral cristiana y los valores cristianos como el amor al prójimo, la
resignación, la humildad y la solidaridad dejan de ser el único referente moral
bajo el cual los colombianos desplegaban su proceder social. La nueva
constitución aparte de reconocer la complejidad de la nación colombiana, su
carácter multiétnico y pluricultural y la condición de ser un país de
regiones y de culturas, instaura un
pluralismo en todas las instancias sociales, también da razón de la presencia
de un pluralismo ético.
29.
En
dos siglos se fue trasformando el ideal del sujeto social y su universo de
valores éticos y morales, que buscaba la formación de ciudadanos participativos
y civilizados a uno que coloca al ser humano en un ámbito productivista y
consumista, en una sociedad sin mayores oportunidades productivas e inundada de
ofertas consumistas desde donde se construye el valor de las personas.
30.
La irrupción de “valores degradantes” ha
generado una crisis de valores que colocan en contradicción las relaciones
entre calidad de vida - consumismo; paz
con justicia social y democracia - guerra conflicto armado y autoritarismo
criminal; honestidad y trabajo de calidad - corrupción y vida fácil.
Elementos para la construcción de un “nuevo” modelo ético
31.
El
comportamiento demarcado por fundamentos éticos y morales define en la práctica
una nueva espiritualidad nacional,
entendida como un proyecto de vida, individual y social, construido en valores
éticos y morales, bastante más integral que el derivado de la aplicación del
paradigma de valores sociales dominante.
32.
Esa
nueva
espiritualidad compromete la acción social y ciudadana en distintos
escenarios que a su vez requieren de estar orientados por valores éticos y
morales que los llenen de sentido humano y de realización social y natural de
una manera integral.
33.
La ética individual. Define los fundamentos y principios
desde los cuales el ser humano concreta sus relaciones personales y sociales en
un escenario de ejercicio pleno de la libertad, el ejercicio de la justicia y
el comportamiento democrático que le permite reconocerse en la diferencia y
respetarse en un proceso de dignificación creciente.
34.
Si
bien el ser humano debe tener claro su carga de responsabilidades y al mismo
tiempo su derecho a la libertad, también es cierto que hace parte de un entorno
social y por ende político; lo que al mismo tiempo lo convierte en un sujeto
que interactúa en un entorno de sustrato ético. A la condición individual le es
inherente la naturaleza de sujeto social, que es a la vez un sujeto de derecho
y un sujeto político.
35.
La condición de ser sujeto de derecho lo ubica en el escenario de lo público, en el que
se hacen efectivos el reconocimiento de sus derechos fundamentales y humanos y
se crean las posibilidades de que los mismos puedan ejercerse a plenitud. Pero
el desempeño en lo público demanda de un comportamiento ético y moral política que reconozca los derechos individuales y
colectivos, los respete, proteja y haga efectivos sobre el principio de
responsabilidad social y solidaridad en el universo de la organización política
de la sociedad, constituida no solo por el Estado y sus instituciones, sino,
por las distintas formas de institucionalidad en las que se hacen efectivos los
derechos de las personas, los ciudadanos y las comunidades.
La ética social. Se preocupa por el ejercicio de las normas y principios morales de la vida colectiva en un ámbito institucional y no institucional. La ética social constituye el complemento necesario de la ética individual, que considera la responsabilidad del individuo con respecto a los demás y para consigo mismo y de la ética política que define las lógicas a través de las cuales se hace ejercicio del poder para la construcción del bien común, el bienestar general y la convivencia democrática.
La ética social. Se preocupa por el ejercicio de las normas y principios morales de la vida colectiva en un ámbito institucional y no institucional. La ética social constituye el complemento necesario de la ética individual, que considera la responsabilidad del individuo con respecto a los demás y para consigo mismo y de la ética política que define las lógicas a través de las cuales se hace ejercicio del poder para la construcción del bien común, el bienestar general y la convivencia democrática.