viernes, 6 de marzo de 2020



La educación como un acto de amor

CARLOS MEDINA GALLEGO
Docente-Investigador
Universidad Nacional de Colombia

NOTAS PARA UN CONVERSATORIO


1.     Quiero hacer una conversación sencilla sobre las ideas esenciales que convocan el tema de educación, pedagogía, ciudadanía y paz. Ideas que seguramente cada uno de ustedes conoce y pone en práctica pero que resulta necesario recordar para que tenga el afianzamiento que deben tener en un periodo tan complejo y difícil como el que vivimos actualmente en el que las tres instituciones fundacionales de la sociedad se encuentran atravesando una profunda crisis que se extiende hasta el universo de nuestra espiritualidad. La Familia, la iglesia y la escuela atraviesan por un proceso de agudas y difíciles  crisis estructurales erosivas.

2.     Nuestras familias se han trasformado en los relacionamientos y roles fundamentales, han dejado de ser el anclaje necesario para nuestra construcción como seres humanos en la formación de los valores y disciplinas esenciales que condicionan espiritual y moralmente nuestros comportamientos individuales y sociales. Hoy la familia adquiere las más distintas formas, no siempre organizada en relación con los elementos de consanguinidad y apellido, propios de la familia tradicional. Los roles de autoridad se han trastocado y,  cada vez, las mujeres juegan un papel más decisivo en los procesos que proveen los recursos necesarios para la subsistencia y en la instauración de los regímenes de autoridad patriarcal disminuida.

3.     La iglesia ya no hace los acompañamientos espirituales que fueron fundamento necesario y útil para la construcción de la cohesión social y sus roles cada vez se reducen a lo estrictamente necesario en el orden sacramental para su supervivencia. Han proliferado por todas partes nuevas iglesias y nuevos profetas que han hecho de la religiosidad un negocio y práctica política que vende resentimiento y odio contra los seres humanos.

4.     La escuela, atraviesa desde hace décadas una crisis profunda en relación con su misión social en razón de que quedó atrapada en prácticas escolares y programas que no llenan las expectativas y necesidades de los nuevos tiempos ni ofrece respuestas sociales y espirituales de construcción de futuro a los y las jóvenes estudiantes y a sus familias. Son escuelas para el analfabetismo moderno. Una vieja y poca sofisticada forma de sometimiento a la ignorancia que encuentra en los jóvenes una feroz resistencia a través de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y de las redes sociales.
5.     Todo este orden de cosas hay que cambiarlo y para ello es necesario reconstruir transformando las relaciones y finalidades primeras y últimas de la escuela. Las ideas que expongo a continuación no son otra cosa que insumos sueltos para que desde las condiciones en que ustedes desarrollan la labor educativa sean reflexionadas, asumidas o desechadas de acuerdo con sus decisiones colectivas

La educación como un acto de amor

6.     Debemos insistir permanentemente que la educación está constituida en lo esencial por actos de amor y el primero y más importante de todos es el que ubica al centro de sus propósitos al ser humano y a las posibilidades de su realización plena en el mundo de la cultura para que pueda desempeñarse a cabalidad en los distintos roles sociales, económicos, políticos, culturales, emocionales y afectivos que pueda desarrollar durante su existencia con el propósito primero y último de ser feliz.

7.     Desde esta premisa general es necesario afirmar que la educación tiene un primer y básico componente qué es el componente afectivo y emocional qué facilita las relaciones entre los sujetos de la enseñanza y el aprendizaje, en la construcción colectiva del conocimiento, en una “nueva” escuela que crea las relaciones emocionales que permiten compartir en unidad de propósito y fines el acto educativo. De ahí la necesidad de desarrollar la inteligencia emocional y afectiva de nuestra comunidad comenzando por los maestros y maestras.

8.     Pero, ¿qué es eso de la inteligencia emocional?... definámosla de manera sencilla como “la capacidad de controlar y regular las emociones  de uno mismo para resolver los problemas de manera pacífica, obteniendo un bienestar para sí  mismo y para los demás”; es una guía del pensamiento y de la acción[1].   Inteligencia Emocional es un importante factor del éxito escolar y del éxito en la vida, porque desarrolla en nosotros la capacidad “aprensible” para conocer, controlar e inducir emociones y estados de ánimo, tanto en uno mismo como en los demás. La Inteligencia Emocional tiene como sustento al carácter multifactorial de las inteligencias, es decir las Inteligencias Múltiples de Gardner.

9.     La inteligencia emocional desarrolla la habilidad del conocimiento individual, personal, su identidad, su autoestima. Es una inteligencia intrapersonal que consiste en potenciar el conjunto de capacidades propias que nos permiten formar un modelo preciso y verídico de nosotros mismos, así como utilizar dicho modelo para desenvolvernos de manera eficiente en la vida. Queremos una escuela que trabaje para que los seres humanos que la habitan permanente y temporalmente sean exitosos en un mundo de crecientes incertidumbres.

10.                       Esa inteligencia emocional intrapersonal determina en gran medida el éxito o el fracaso de nuestros estudiantes en el aula. Para los estudiantes es importante porque sin capacidad de auto-motivarse no hay rendimiento posible, no hay aprendizaje. Desde el punto de vista del profesor es también importante porque de ella depende que desarrollemos el curso de manera exitosa y llenemos los objetivos y alcancemos las metas que nos hemos propuesto.


11.                       Cualquier aprendizaje supone un esfuerzo. El control de las emociones es importante no sólo durante la clase, un examen, sino en el día a día. Cualquier aprendizaje de algo nuevo implica inevitables periodos de incertidumbre, inseguridad, confusión, frustración, tensión, esfuerzo y satisfacción. Los estudiantes que tienen limitaciones para manejar sus emociones, tienen limitaciones para mantener sus motivaciones y muchas veces se resisten a intentar actividades nuevas de aprendizaje, por miedo al fracaso. El propósito de la inteligencia emocional intrapersonal es mantener activa la motivación para el aprendizaje exitoso.

12.                       Desde el punto de vista de los profesores no podemos olvidar que en muchos países la docencia es una de las profesiones con mayor índice de enfermedades mentales como la depresión. Si nuestros estudiantes pasan por periodos de frustración y tensión, ¿qué no decir de nosotros, los profesores? A pesar de su importancia la inteligencia intrapersonal, está totalmente dejada de lado en nuestro sistema educativo. La inteligencia intrapersonal, como todas las demás inteligencias es, sin embargo, educable. Algunos sistemas escolares incluyen periodos lectivos en los que trabajan la inteligencia intrapersonal. Además hay asignaturas, como las lenguas, en las que se pueden incluir fácilmente actividades dirigidas a potenciar la inteligencia intrapersonal.

13.                       La inteligencia emocional también desarrolla la inteligencia interpersonal que es la que nos permite entender a los demás. La inteligencia interpersonal es mucho más importante en nuestra vida diaria que la brillantez académica, porque es la que determina la elección de la pareja, los amigos y, en gran medida, nuestro éxito en el trabajo o en el estudio. La inteligencia interpersonal se basa en el desarrollo de dos grandes tipos de capacidades, la empatía y la capacidad de manejar las relaciones interpersonales.

14.                       La inteligencia interpersonal es importante para cualquier estudiante, porque es la que le permite hacer amigos, trabajar en grupos, o conseguir ayuda cuando la necesita. El aprendizaje es una actividad social en gran medida. La inteligencia interpersonal es todavía más importante desde el punto de vista del profesor, porque sin ella no podemos entender a nuestros estudiantes, sus necesidades y sus motivaciones.

15.                       La empatía no sólo nos  permite entender al otro, cuando me pongo como maestro en el lugar del otro y aprendo a pensar como él, puedo entender, entre otras cosas, la impresión que yo le causo y eso es crucial para un profesor, porque es lo que me permite ir adaptando mi manera de explicar hasta encontrar la más adecuada para ese alumno o grupo de estudiantes. Todos los profesores tenemos grupos de estudiantes con los que nos es más fácil el trabajo que con otros.

16.                       La educación como acto de amor tiene que construirse en torno a valores éticos y Morales, a relaciones de camaradería y solidaridad, de mutuo reconocimiento de derechos y de respeto en el que la autoridad no se impone de manera arbitraria si no se construye desde el afecto que convoca la actividad educativa. De ahí la importancia de la inteligencia afectiva como aquella que nos ayuda a construir relaciones de afecto en torno al propósito común de crecer como buenos seres humanos cargados de valores éticos y morales que definen de manera natural nuestra forma de comportarnos frente a nosotros mismos y frente a los demás. 

17.                       La educación como acto de amor debe proporcionarnos unas condiciones deformación superiores en las que el ser humano va ganando las seguridades y confianza necesarias en sí mismo y en su relacionamientos con los demás y entiende que su crecimiento y desarrollo está unido al crecimiento y al desarrollo de la comunidad familiar y social en que está inmerso.  Autoestima, Amor propio, Seguridad y confianza en sí mismo son base fundamental del proceso educativo en el que la escuela la familia y la comunidad deben trabajar. De ahí esa necesidad que existe de estrechar los lazos de compromiso de la escuela con la familia en la formación de los seres humanos y de llevar esas relaciones al universo del entorno social.

18.                       La familia es una escuela de aprendizajes múltiples que la institución educativa se encarga de potencializar y desarrollar al más alto nivel y ahí la necesidad de que el diálogo de los maestros con los padres sea un diálogo fluido y permanente cargado de propósitos comunes en torno a la formación y al crecimiento de esos pequeños-grandes seres humanos. La formación de valores, la construcción de disciplinas, la estructuración del carácter de los niños y de las niñas, se hace de manera temprana en una alianza estratégica entre la familia y la escuela.

19.                       La educación como un acto de amor, es fundamentalmente construcción de unas relaciones de autoridad y disciplina que no se impone, desde afuera, sino que opera de manera natural desde adentro, porque se erige desde el amor propio, la autoestima y el deseo de superación permanente. Pero ese acto de amor necesita estar alimentado por unas relaciones de comprensión y solidaridad que se construyen desde la formación de lo humano.


[1] El término inteligencia emocional fue utilizado por primera vez en 1990 por Peter Salovey, de La universidad de Harvard, y John Mayer, de la Universidad de New Hampshire. 

 

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