martes, 11 de octubre de 2016

UNA RUTA DE INCLUSIÓN PARA DAR CURSO A LOS DIÁLOGOS GOBIERNO NACIONAL - EJERCITO DE LIBERACIÓN NACIONAL (ELN)





CARLOS MEDINA GALLEGO
Docente Investigador
Universidad Nacional de Colombia
Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz


El inicio de la mesa pública de conversaciones entre el Gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional- ELN, el próximo 27 de Octubre, se produce siete meses después de haber sido anunciado al país el acuerdo alcanzado en la fase exploratoria que contiene los puntos que posibilitan los diálogos.

El énfasis fundamental de este acuerdo está en la participación de la sociedad, la construcción de una democracia más amplia y profunda, la realización de una serie de transformaciones que posibiliten escenarios de construcción de paz, además de los puntos de víctimas, terminación del conflicto y seguimiento y verificación de los acuerdos.

El ELN coloca a la cabeza de la delegación a Pablo Beltrán, un miembro del COCE (Comando Central del ELN), ampliamente conocido y con experiencia en diálogos de paz, es un hombre inteligente, capaz y poseedor de una disposición especial para el dialogo y el entendimiento, es reconocido al interior de la organización como un intelectual disciplinado que tiene la virtud de contar con una amplia producción escrita en la que deja expresar sus puntos de vista en relación con las líneas de comportamiento político e ideológico de la organización. Lo acompaña un grupo totalmente renovado de militantes de quienes se tiene poco conocimiento pero que deben contar con las capacidades y virtudes para haber depositado en ellos la responsabilidad de llevar la vocería de la organización: Aureliano Carbonell, Gustavo Martínez, Bernardo Téllez y Consuelo Tapias.

El Gobierno le asigna la responsabilidad de conducir esta fase de conversaciones públicas a Mauricio Rodríguez, quien igualmente es un hombre de confianza del gobierno, capaz y conocedor de la organización armada y de las posibilidades del diálogo. A su lado coloca un importante grupo de profesionales, con altos niveles de experticia adquiridos en los diálogos anteriores con el ELN y las FARC, como José Noé Ríos y Julián Arévalo y la representación de la Fuerza Pública en la figura del MG® Eduardo Herrera Berbel.

Los diálogos en Quito-Ecuador contaran con el acompañamiento internacional de países como Venezuela, Brasil, Ecuador, Noruega, Chile y Cuba, los que seguramente jugaran como es su costumbre un destacado papel. El ELN y el Gobierno, igualmente pueden tomar en consideración la participación en distintos aspectos de Naciones Unidas, la Academia y la Iglesia, que a lo largo de los últimos años ha prestado importantes servicios a este proceso.

Un reto mayor lo constituye el uso racional y metódico del tiempo y las posibilidades de contar con adecuadas metodologías que le permitan al proceso andar al ritmo de las expectativas de la ciudadanía y en consonancia, con los distintos momentos políticos del país, que hoy son de incertidumbre de paz y de guerra. Si el momento es bien utilizado, el proceso con el ELN puede impulsar de manera definitiva la iniciativa de paz completa que desde hace varios meses impulsan sectores importantes de la sociedad civil.

La naturaleza de la agenda obliga a echar mano a la mayor imaginación y apertura posible para que pueda tener curso, en especial en los aspectos pertinentes a la participación de la sociedad. En el proceso de ambientación de los diálogos considero que sería pertinente seguir un camino marcado por los siguientes aspectos:


Primero. Resultaría pertinente para construir confianza que el ELN mantenga  el Cese Unilateral al Fuego y el Gobierno extienda el Cese Bilateral, a los diálogos con el ELN, lo que generaría una atmósfera excepcional para avanzar en las conversaciones y posibilitar la participación segura y amplia de la sociedad y las comunidades organizadas.

Igualmente resulta muy útil evacuar el punto previo humanitario que conduzca a la liberación de los retenidos (secuestrados) y mejore las condiciones de reclusión de los prisioneros, porque eso va dando mayores apoyos sociales al proceso.

Segundo. Sería muy pertinente una reunión de la delegación del Gobierno con los representantes de las iniciativas civiles por la paz y algunos movimientos sociales que vienen trabajando en propuestas de metodologías de participación de la sociedad en los diálogos, para escucharlas, conocer y tomar en cuenta sus puntos de vista, creando con ellos, dinámicas de participación concertadas que le permitan al proceso andar con cierta celeridad. Estoy haciendo referencia a una reunión de la delegación del Gobierno, básicamente con la Mesa Social por la Paz, Paz Completa, el Congreso de los Pueblos, la Minga Indigena o la ONIC, representantes de las comunidades negras, Marcha Patriótica y, en lo posible, representantes de la SAC, ANDI, FEDEGAN y otros gremios que estén dispuestos a participar.

En este proceso jugará un papel determinante la SOCIEDAD porque es de ella que depende en gran medida la dinámica de los diálogos y los temas a tratar. Pero la SOCIEDAD debe ser entendida de manera amplia, lo que compromete sectores sociales, empresariales, indígenas, afrodescendientes, campesinos, comunales, militares, académicos, iglesias, mujeres, jóvenes, ambientalista, defensores de derechos humanos, población LGTBI, partidos políticos, entre otros, para que sea un verdadero DIALOGO NACIONAL de paz.

Tercero. Permitirle a esa misma comisión reunirse con la delegación de paz del ELN, para que den a conocer sus iniciativas y puedan escuchar de esos sectores aspectos que podrían ir perfilando no solo las metodologías de la participación, sino, igualmente bosquejos de lo que puede ser el punto tres de la agenda. En este aspecto, es necesario colocar con la mayor objetividad y realismo, las posibilidades actuales del país y el momento que atraviesa.

Cuarto. Gestionar una reunión de la Academia, la Iglesia y la Oficina de las Naciones Unidas, con la delegación de Paz del ELN, para que puedan comentar las experiencias tenidas en materia de participación social y las metodologías utilizadas para realizar las relatorías pertinentes y convertirlas en insumos útiles a las conversaciones.   

En estos momentos se trata en lo esencial de reconocer la especificidad del proceso con el ELN, que la organización desde su concepción de los diálogos pueda protagonizar sus propios espacios e iniciativas y que sea el proceso mismo el que persuada en la necesidad de cruzar las agendas de la Habana y de Quito en lo que es estrictamente necesario y posible.

Una ruta pensada colectivamente, sin prevenciones innecesarias, construidas con objetividad y realismo, flexibles y dispuestas a abordar temas cruciales y a llegar a acuerdos realizables, sentaría un precedente de efectividad y aumentarían las esperanzas de paz en este momento determinante de la historia del país.

Tengo el convencimiento, que este momento en América Latina es de la defensa, fortalecimiento, ampliación y profundización de la democracia en una ruta de reformas estructurales generadoras de mayor equidad y justicia.   


Une route inclusive pour le cours des dialogues entre le Gouvernement national et l'ELN (Armée de Libération Nationale)


 
CARLOS MEDINA GALLEGO
Enseignant Chercheur
Université Nationale de Colombie
Centre de Pensée et de Suivi du Processus de Paix

Le début de la table publique des conversations entre le Gouvernement National et l'Armée de Libération Nationale - ELN, le prochain 27 octobre, se produira sept mois après qu'ait été annoncé au pays l'accord pacté après la phase exploratoire qui contenait les points (1) rendant le dialogue possible. 

Dans cet accord, une importance fondamentale est mise sur la participation de la société, la construction d'une démocratie plus large et plus approfondie, la réalisation d'une série de transformations qui permettent des espaces de construction de paix, en plus des points sur les victimes, la cessation du conflit et le suivi et la vérification des accords.

L'ELN a mis à la tête de la délégation un membre du COCE (Comando Central de l'ELN), Pablo Beltrán, très connu et avec une grande expérience dans les dialogues de paix. C'est un homme intelligent, capable et qui possède une disposition particulière pour le dialogue et la compréhension. Il est reconnu à l'intérieur de l'organisation comme un intellectuel discipliné qui compte avec une importante production d'écrits où il exprime ses points de vue en lien avec les lignes de comportement politique et idéologique de l'organisation. Il est accompagné par un groupe totalement renouvelé de militants peu connus mais qui doivent réunir les capacités et les qualités nécessaires puisqu'on leur a donné la responsabilité de porter la parole de l'organisation : Aureliano Carbonell, Gustavo Martínez, Bernardo Téllez et Consuelo Tapias.

Le gouvernement a donné la responsabilité de conduire cette phase de conversations publiques à Mauricio Rodriguez, qui est aussi un homme de confiance du gouvernement, bon connaisseur de l'organisation armée et des possibilités de dialogue. A son côté, il y a un groupe important de professionnels, avec de hauts niveaux d'expertise acquis dans les dialogues antérieurs avec l'ELN et les FARC, comme José Noé Ríos et Julián Arévalo, et la représentation de la Force Publique avec le général Eduardo Herrera Berbel.

A Quito (Equateur), les dialogues auront lieu avec l'accompagnement international de pays comme le Venezuela, le Brésil, l'Equateur, la Norvège, le Chili et Cuba qui, comme de coutume, joueront certainement un rôle essentiel. L'ELN et le Gouvernement, peuvent également prendre en considération la participation sur différents aspects des Nations Unies, de l'Université et de l'Eglise, qui ont offert de précieux services à ce processus ces dernières années.

Un défi majeur réside dans l'usage rationnel et méthodique du temps et des possibilités de compter sur des méthodologies adéquates qui permettent au processus d'aller au rythme des attentes de la citoyenneté et en adéquation avec les différents moments politiques du pays, qui sont aujourd'hui des incertitudes de paix et de guerre. Si le moment est bien utilisé, le processus avec l'ELN peut impulser de manière définitive l'initiative de paix complète que des secteurs importants de la société civile évoquent depuis plusieurs mois.

La nature de l'agenda oblige à recourir à la plus grande ouverture et imagination possible pour le cours des dialogues, particulièrement en ce qui concerne les aspects sur la participation de la société. Dans l'atmosphère des dialogues, je considère qu'il serait pertinent de suivre un chemin marqué par les aspects suivants :

Primo. Pour construire la confiance, il serait pertinent que l'ELN maintienne le Cessez-le-feu Unilatéral et que le Gouvernement l'étende au Cessez-le-feu Bilatéral, cela engendrerait une atmosphère exceptionnelle pour avancer dans les conversations et rendre possible la participation large et assurée de la société et des communautés organisées.
 
De même, il serait très utile d'évacuer le point humanitaire préalable qui conduit à la libération des personnes retenues (otages) et qui améliore les conditions de réclusion des prisonniers, car cela conduit à un soutien social majeur au processus.

Secundo. Il serait très pertinent d'organiser une réunion de la délégation du Gouvernement avec les représentants des initiatives civiles pour la paix et certains mouvements sociaux qui travaillent sur des propositions méthodologiques de participation de la société dans les dialogues, pour les écouter, connaitre et prendre en compte leurs points de vue, en créant avec eux, des dynamiques de participation concertées qui permettent au processus d'avancer avec une certaine rapidité. Je fais référence à une réunion de la délégation du Gouvernement avec, basiquement, la Mesa Social por la Paz (Table Sociale pour la Paix), Paz Completa (Paix Complète), El Congreso de los Pueblos (Le Congrès des Peuples), la Minga Indigena ou l'ONIC, des représentants de communautés noires, la Marcha Patriotica et, si possible, des représentants de la SAC, ANDI, FEDEGAN et d'autres corporations qui soient disposées à participer.

Dans ce processus, la SOCIETE jouera un rôle essentiel car c'est d'elle que dépend en grande mesure la dynamique des dialogues et des thèmes à traiter. Mais la SOCIETE doit être comprise de manière large, ce qui engage entre autres les secteurs sociaux, de l'entreprise, indigènes, afro-descendants, paysans, les communautés, les militaires, les universitaires, les églises, les femmes, les jeunes, les défenseur-e-s de l'environnement et des droits humains, la population LGTBI, les partis politiques, entre autres, pour que cela soit un véritable DIALOGUE NATIONAL de paix.

Tercio. Permettre à cette même commission de se réunir avec la délégation de paix de l'ELN, pour qu'ils fassent connaitre leurs initiatives et puissent écouter de la part de ces secteurs, des aspects qui pourraient dessiner non seulement des méthodologies de la participation, mais aussi des esquisses de ce que pourrait être le point trois de l'agenda. Sur ce sujet, il est nécessaire de considérer avec la plus grande objectivité et avec réalisme, les possibilités actuelles du pays et le moment qu'il traverse.

Quarto. Organiser une réunion de l'Université, l'Eglise et le Bureau des Nations Unies avec la délégation de Paix de l'ELN, pour qu'ils puissent commenter les expériences vécues en matière de participation sociale et les méthodologies utilisées pour réaliser des compte-rendus pertinents et les convertir en éléments utiles aux conversations.

Actuellement, il s'agit essentiellement de reconnaitre la spécificité du processus avec l'ELN, que l'organisation puisse, à partir de sa conception des dialogues, jouer sur ses propres espaces et initiatives et que ce soit le processus lui-même qui amène à être persuadés de la nécessité de croiser les agendas de La Havane et de Quito, là où c'est possible et strictement nécessaire.

Une route pensée collectivement, sans préjugés inutiles, construite avec objectivité et réalisme, flexible et disposée à aborder des thèmes cruciaux et à arriver à des accords réalisables, poserait un précédent d'efficacité et augmenterait les espérances de paix, dans ce moment déterminant de l'histoire du pays.

Je suis convaincu que ce moment en Amérique Latine est celui de la défense, du renforcement, de l'élargissement et de l'approfondissement de la démocratie dans une route de réformes structurelles génératrices de plus d'équité et de justice.

      

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