martes, 19 de enero de 2016

Carta abierta al ELN
Seis  "percepciones" del gobierno por las cuales no hay luz verde para iniciar mesa publica....

CARLOS MEDINA GALLEGO
Docente – Investigador
Universidad Nacional de Colombia
Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz


SEÑORES:
NICOLAS RODRIGUEZ BAUTISTA,
Antonio García,
Pablo Beltrán y demás miembros del COCE y la Dirección Nacional.




Desde hace varios meses la nación colombiana y,  en particular,  importantes sectores democráticos y movimientos sociales, amigos y artesanos anónimos del proceso de paz, han esperado con especial expectativa el anuncio por parte del gobierno y ELN del inicio de la mesa publica de conversaciones sobre una agenda temática que en palabras de Nicolás Rodríguez Bautista : "No le falta  ni una coma... ",   Sin embargo, el tan esperado anuncio no se produce.

Es posible que cada una de las partes tenga su propia explicación y no haya aun madurado las circunstancias reales y confianzas suficientes para que el proceso se ponga en marcha. Tengo la impresión que el gobierno nacional tiene seis percepciones que no lo motivan suficientemente a poner en marcha el mismo, pese a la urgencia que se tiene para cerrar de manera definitiva el conflicto armado. Seguramente, sobre el gobierno ustedes tendrán otras percepciones.

Me permito enumerarlas para que ustedes hagan las claridades que sean necesarias si lo consideran pertinente y útil al proceso.

Primera. El gobierno nacional considera que existe una dependencia moral a manera de deuda de la organización que no le permite desprenderse del proceso Venezolano. La estrecha relación de la organización con el gobierno de Venezuela del Presidente Nicolás Maduro y su solidaridad con la revolución Bolivariana, en la que podrían verse comprometidos en su defensa ante los avances de la oposición, genera cierta cautelas en la toma de decisiones.

La crisis venezolana, sin la menor duda,  debe tener para el bien de los venezolanos un desenlace político que ayude a fortalecer una democracia menos polarizada y más incluyente. Lo peor que le podría pasar a Venezuela es verse abocado a una guerra civil. Los venezolanos de todos los sectores deben aprender a vivir en la diferencia y a respetar al adversario. El ELN debe ponderar esta situación y asumir en autonomía su propio proceso sin que ello implique la renuncia a su solidaridad política.

Agradecer la gestión realizada por Venezuela y disponerse completamente para marchar hacia el proceso de paz es, al entender del gobierno una necesidad.


Segundo.  El gobierno considera que existe un peso muy fuerte del Bloque Nororiental liderado por el Frente Domingo Laín y que no obstante y en razón de ello el ingreso de "Pablito" al COCE obedece al intento de mantener frente al proceso de paz la organización unida. Para el gobierno no son suficientes las declaraciones de "Pablito" de subordinación al COCE y de apoyo al Proceso de paz,  pues considera que en la práctica lo que ocurre es que el FDL, se está "consumiendo" la organización y que no existe en este sector una autentica voluntad de paz.


Pese a las reiteradas declaraciones de voluntad del FDL, el gobierno considera que estas deben hacerse explícitas en la mesa de conversaciones, para llenar de seguridades el proceso y no tener la impresión de estar dando un salto al vacío.

Tercero. Aun el gobierno no se convence que el ELN haya tomado con suficiente convicción la decisión de dejar las armas en el marco de un proceso de solución política y considera que aun milita en un fetichismo armado que le resulta difícil superar.  No ve en las declaraciones del V Congreso una decisión sólida tomada al respecto, sino un "puede ser,  si... en el tiempo ocurre... ".

Tal vez la decisión militar más valiente e importante que toma un comandante de ejercito es la de poner fin a la guerra, y esa, considera el gobierno,  no se ha tomado al interior del ELN. Aun se tiene muy viva la consigna de NUPALOM y ella se corresponde más con la intención de guerra que con la disposición de paz.

Cuarto. El gobierno tiene la impresión que al no haber una decisión definitiva e irreversible de irse de la guerra, el ELN tendría como propósito utilizar los diálogos para ventilar “todos los problemas del país”, revistiendo su lucha de legitimidad y esperando que en algún momento y por alguna razón los diálogos se suspendan.

El gobierno tiene la preocupación que el ELN tenga una estrategia la dilación de las conversaciones sin acuerdos sustanciales hasta que las mismas se agoten. Por eso considera que si ha de meterse en un proceso es porque realmente se tiene el interés de poner fin al conflicto armado y no para que se agoten en él las expectativas de paz y se instrumentalice políticamente y mediaticamente el proceso.

Quinto. El gobierno nacional considera que las llamadas "Barras Bravas", ejercen sobre la organización una influencia negativa en la medida en que,  sin estar en la guerra, consideran que "todo proceso de paz es una traición a las causas del pueblo". Se considera que hay una sobre valoración de la sociedad civil y que los aportes que esta pueda hacer a la lucha social y reivindicativa, los pueden lograrlo a través de sus propias rutas con mayor legitimidad.

Sexto. El gobierno tiene la percepción que los conflictos de poder interno no dejar avanzar con suficiente fortaleza  y dinamismo el proceso de solución política y que no hay todavía una unidad de propósito en la dirección del ELN en relación con la paz. Que existe una disposición diferenciada para asumir el proceso y que ninguno quiere pagar el costo de ser en el marco de una concepción "radical",  el "más débil",  por ser el más objetivo y realista.

Todas estas “percepciones” no explicitas por parte del gobierno a través de su equipo de paz mantienen estático el paso de la fase exploratoria hacia la mesa pública.
El país entero espera que elGobierno y el ELN superen inseguridades y desconfianzas y que ambas partes lleguen ya a una mesa publica que ponga fin a esta parto de mula que sigue representando la fase exploratoria.

Espero esta carta sirva para que se hagan reflexiones debidas y las claridades pertinentes si lo tienen a bien las que seguramente no tienen que romper confidencialidad alguna.


Un gran homenaje se le haría la sacerdote revolucionario CAMILO TORRES RESTREPO, si antes de conmemorarse los 50 años de su desaparición física el ELN anunciara al país conjuntamente con el Gobierno la instalación de esa MESA PUBLICA y que en el proceso la organización  tomara la iniciativa de venirse de la lucha armada a la lucha política a retomar conjuntamente con otras fuerzas sociales y políticas las banderas del Frente Unido del Pueblo en un escenario de luchas democráticas.   

Cordialmente

CARLOS MEDINA GALLEGO

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