Siete grandes
avances del proceso de conversaciones de paz con el ELN
CARLOS MEDINA GALLEGO
Universidad
Nacional de Colombia
Centro de
Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz
Al finalizar el
cuarto ciclo de conversaciones de paz entre el Gobierno Nacional y el Ejército
de Liberación Nacional (ELN) el pasado 1 de Diciembre en la ciudad de Quito, se
cierra este año de actividades de las dos delegaciones con avances que no por
pequeños dejan de ser significativos y que mantienen viva la esperanza de sacar
adelante un proceso cargado de incertidumbres y no pocas dificultades.
La renuncia a la
delegación del gobierno de Juan Camilo Restrepo y del General (r) Eduardo
Herrera Berbel, al finalizar este ciclo, no debe ser vista como una señal de
crisis, sino como el resultado de dinámicas e intereses personales, de tipo familiar y profesional, que son
naturales en estos procesos y que abren la oportunidad para que se produzcan
los ajustes necesarios y pertinentes en la delegación que oxigenen la mesa y le
den una nueva y más vigorosa dinámica al proceso.
Desde luego que han
existido y seguirán existiendo tensiones internas al interior de la mesa de
conversaciones que son apenas la expresión natural de los intereses en pugna y
que por difíciles que sean es necesario que las partes se comprometan en lo que
les corresponde a superarlas. Los incidentes que se han producido a lo largo de
todo el proceso en el desarrollo de la confrontación y durante el cese
bilateral como el asesinato 24 de octubre de 2017 del Gobernador indígena Aulio
Isarama Forastero y la desaparición de uno de sus familiares – Jhon Eriberto
Isarama Forastero- a manos del Frente de Guerra Occidental del ELN, la muerte
de 9 campesinos en las jornadas de protesta por la erradicación forzada en
Tumaco y, la muerte de la comunicadora indígena Efigenia Vázquez, en Kokonuco
en el Cauca, entre otros, como los ataques de las fuerzas militares a
campamentos del ELN, o la masacre de Magüí Payán, no dejan de ser
altamente preocupantes, pero hasta ahora, con voluntad política y serenidad, se
les ha dado un tratamiento adecuado que ha permitido que la mesa siga
conversando y el cese bilateral se mantenga.
Una valoración del
proceso de conversaciones entre el gobierno nacional y el ELN, a todas luces
deja un saldo positivo con al menos siete grandes avances en materia de
conversaciones y acuerdos:
Primero. Existe una
agenda de conversaciones que fue el resultado de un largo proceso
exploratorio que se tomó casi cuatro años y que hoy es la base esencial de los
diálogos. Una agenda que tiene unas características específicas de
interconexión determinante de puntos que pueden permitir que se avance con
celeridad en su desarrollo, si se cuenta con las voluntades y osadías para
hacerlo innovando de manera contundente en los procedimientos.
Segundo. Hay una
mesa pública de diálogos bilateral y abierta que funciona por ahora en la
ciudad de Quito – Ecuador, con un amplio y solidario acompañamiento internacional
del Grupo de Países de Apoyo, Acompañamiento y Cooperación, compuesto por
Alemania, Italia, Holanda, Suecia y Suiza; así como a los países garantes,
Brasil, Chile, Cuba, Noruega, Venezuela y
desde luego del país sede de los diálogos Ecuador, con las posibilidades de
interlocución con distintos sectores de la sociedad colombiana que la han
visitado para exponer sus puntos de vista y ayudar a construir el proceso. A
esto hay que sumar la valioso y decidida participación y colaboración de la
Iglesia colombiana y de otras iglesias del país.
Tercero. Se puso en marcha el primer Cese
al Fuego Bilateral, Temporal y Nacional (CFBTN) entre el Gobierno
Nacional y el ELN, que constituye un patrimonio de confianza en el proceso, que
cuenta con un Mecanismo de Veeduría y Verificación (MV&V), proporcionado
por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que ha jugado un papel
determinante en el proceso y cuyos informes resultan de la mayor importancia
para el aumento de la credibilidad nacional en el proceso. Cese al fuego
bilateral que es un prerrequisito para la participación de la sociedad civil y
el desarrollo mismo de la agenda.
Cuarto. Se han
realizado diez audiencias públicas para generar insumos que permitan la
elaboración de las metodologías de la
participación de la sociedad, en el desarrollo de los puntos de agenda y, que han sido a la vez, un importante
indicador de lo que puede ser esa participación.
Quinto. Se ha
abordado y definido rutas para el tratamiento humanitario de los más urgentes
situaciones del conflicto que convocan aspectos como: Detener los crímenes
contra los líderes sociales, políticos y defensores de derechos humanos;
reconocer las responsabilidades, por acción o por omisión, del Estado y la
Fuerza Pública, en el desarrollo de los mismos; reconocer la responsabilidad
del ELN en los asesinatos de los líderes del Choco y de la crisis humanitaria
generada en el departamento por la confrontación con otros grupos armados
ilegales y comprometerse con la generación de una solución humanitaria a la
situación de las poblaciones afectadas por el conflicto en el Choco; Impulsar
proyectos pilotos de desminado humanitario en Choco y Nariño, como Gestos de
paz; dar un tratamiento humanitario y garantizar los derechos fundamentales de
los prisioneros políticos así como los derechos humanos superando las practicas
institucionales represivas.
El gobierno se ha
comprometido en el aspecto humanitario a: i. La publicación del proyecto de
decreto para agilizar y fortalecer el Sistema de Alertas Tempranas.ii. El
desarrollo de un esquema integral que mejore la condición humanitaria de los
reclusos militantes del ELN que se encuentren en cárceles colombianas. iii.
Impulsar la pronta aplicación de la Ley 1820 de 2016 (Ley de Amnistía) y el Decreto
277 de 2017, en lo referido a la despenalización de la protesta y, iv.
Verificar que no se obstaculice el flujo normal de víveres y medicamentos hacia
las comunidades aisladas. Todos estos aspectos son avances significativos del
proceso que deben consolidarse en ejecuciones reales.
Sexto. El proceso ha
generado una Gestoría de Paz, por parte del ELN, que cuenta actualmente, con dos
representantes de la organización, Eduardo Martínez y Juan Carlos Cuellar, que
vienen realizando un interesante trabajo de pedagogía y relacionamiento social
institucional en los distintos territorios del país, que resulta de la mayor
utilidad para el proceso, pues constituye una avanzada de la organización hacia
la vida social, política e institucional de la nación.
Séptimo. Se ha ido
construyendo de manera solidaria y natural una
base social, intelectual y política importante de acompañamiento al proceso
que puede jugar en distintos momentos del mismo papeles fundamentales.
A manera de balance
concluyente se puede afirmar que si bien todo no ha marchado como se quisiera,
si se han producido una serie de logros significativos que constituyen el
patrimonio inicial de un proceso que puede llegar a ser exitoso transitando un
camino que no se muestra nada fácil. El ELN está mirando por el espejo
retrovisor las dificultades que viene atravesando la etapa de implementación
del acuerdo con las FARC y tiene puesta la mirada en la situación de desgaste
del gobierno del presidente Juan Manuel Santos y la dura contienda electoral
que se avecina en el 2018.
Hace ya varias
décadas Jorge Eliecer Gaitán, el caudillo liberal sacrificado por la violencia
bipartidista, señalaba que “Lo imposible
no es más que lo difícil visto por ojos donde no ha nacido la fe y muerto la
esperanza” y, a este proceso, hay
que ponerle fe y mantener viva la esperanza.
Muchas gracias Apreciado profesor por mantener la Fe y animar a la esperanza.
ResponderEliminarAtento saludo.
un tratado de paz suele ser la mejor manera de que se una, una nacion entera, evitando las colpensiones historia laboral que de alguna manera u otra puedan afectar el estado de cada pais.
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