LAS ARMAS
SON LO DE MENOS…
Los retos
de la implementación de los acuerdos de paz
CARLOS
MEDINA GALLEGO
Docente Investigador
Universidad Nacional de Colombia
Centro de Pensamiento y Seguimiento al
Proceso de Paz (CPSPP)
Los acuerdos alcanzados entre el Gobierno
Nacional y las FARC-EP, en medio de no
pocas dificultades y no obstante, haber
sido el resultado de una actitud responsable con el país y objetiva en términos de los alcances
posibles del proceso, no han dejado de contar con una frenética oposición, que ya proyecta acciones de reversión de los
mismos, si como fuerzas políticas opositoras logran acceder al poder en las
elecciones del 2018. En las actuales circunstancias, dado el periodo político
que se avecina, las incertidumbres que se ciernen no son pocas y los retos que
tiene la implementación marchan contra el tiempo.
Las urgencias de la implementación
No resulta fácil para ningún proceso de paz,
avanzar en el camino de la implementación de los acuerdos firmados. El paso de
lo escrito a la realidad de las acciones en el ámbito de lo institucional-normativo,
a través de la formulación de las leyes que recogen con la mayor fidelidad
posible el espíritu del acuerdo, constituye en sí mismo un reto mayor, pese a la
existencia del mecanismo del Fast Track y de la voluntad política que han
mostrado algunos sectores para comprometerse a cerrar el proceso cumpliendo con
las responsabilidades asumidas. Tal vez el mayor problema de la implementación,
en el campo de las ejecuciones del gobierno, lo constituye la maraña de
procedimientos jurídicos e institucionales que resultan del ordenamiento
estatal y la normatividad existente que impide que los procedimientos y las
ejecuciones funcionen al ritmo que los requiere cada momento; pero igualmente, la sesgada priorización que el gobierno hace
de sus particulares urgencias, las que se centran en la dejación de armas por
parte de las FARC y la sustitución, de
al menos 50.000 hectáreas, de cultivos de uso ilícitos.
La ruta de implementación debe ir evacuando
poco a poco una agenda legislativa que favorezca la materialización de acuerdos
en aspectos que son esenciales para que el proceso se haga irreversible y de
realizaciones prácticas que llenen de seguridades a quienes se van a
reincorporar y, en general, a la sociedad:
·
Amnistía
e Indulto
Primero, fue necesario sacar la Ley de Amnistía e Indulto, Ley No.1280 del 30 de Diciembre de 2016, que posibilitó que las fuerzas insurgentes
comenzaran a marchar hacia las Zonas Veredales Transitorias de Normalización (ZVTN),
con la mayor seguridad jurídica posible. Sin embargo, aún el número de amnistiados e indultados que
se encuentran en las cárceles y que representan una población aproximada a los
tres mil prisioneros, no ven que el sector judicial y la fiscalía se apersonen
de la situación y comiencen a producirse las liberaciones pertinentes, para que
estos prisioneros y prisioneras se desplacen a sus zonas, se vinculen a los
procesos de reincorporación y respondan,
cuando tengan que hacerlo, ante la
Jurisdicción Especial para la Paz (JEP). La Ley de Amnistía no solo favorece a los
guerrilleros de las FARC, sino, que adicionalmente permite adoptar un
tratamiento especial para terceros involucrados y miembros de la fuerza pública
y otros agentes estatales que hayan sido sindicados, procesados y condenados
por cometer delitos durante el
desarrollo del conflicto armado.
·
Jurisdicción
especial para la Paz y Victimas
Segundo. También ha tenido curso la
aprobación de la Jurisdicción Especial
Para la Paz (JEP) que es el escenario donde tendrán tramite los procesos
que no son amnistiables, ni indultables, por constituir crímenes de lesa
humanidad y de guerra y, se ha designado la Comité de Escogencia que se encargaran de elegir a los 113 magistrados
que harán parte de dicha jurisdicción. Esta Comisión está constituido por el magistrado José
Francisco Acuña, de la Corte Suprema de Justicia, ex decano de la Facultad de Derecho
de la Universidad Nacional; el jurista peruano Diego García-Sayán por parte de
la ONU; el argentino Juan E. Méndez que procede del
Centro Internacional para la Justicia Transicional (ICTJ), del cual es
presidente emérito; Álvaro Gil-Robles, abogado español
designado por el Consejo Europeo de Derechos Humanos y, Claudia Vacca González designada por el Sistema de Universidades Públicas profesora de la
Universidad Nacional.
Tercero. El tema de justicia está unido a los derechos de las
víctimas y al compromiso de reparación integral y no repetición que también
depende del éxito de la implementación. Sobre esta población más allá de lo que
se venía haciendo es poco lo que se ha avanzado.
·
Estatuto de Oposición,
reformas política y electoral
Cuarto. El proyecto del Estatuto de Oposición ya está listo
y, seguramente, pasará por el congreso para su aprobación. Este es recurso político que estaba en mora de
ser presentado y es una vieja deuda que se tiene con la Constitución de 1991 y
en general con la democracia y las fuerzas políticas del país.
Quinto. Un muy importante esfuerzo vienen realizando las
comisión que tienen la responsabilidad de presentar ante el congreso de la
republica la Reforma Política, la
reforma al sistema de partidos y al sistema electoral, para presentar al
mecanismo de Fast Track, los respectivos proyectos de Ley, es de esperarse que
estos tengan tramite en los próximos tres meses a tardar.
·
Lo agrario está lejos…
Sexto. Lejos aún está de la agenda legislativa los temas
agrarios, cuyo tratamiento es muy sensible para ciertos sectores de la sociedad
que vienen haciendo la mayor oposición a ese tema, que es en esencia de
naturaleza estructural en la superación del conflicto y que se une de manera
complementaria con el tema de cultivos de uso ilícito en los que se avanza
entre el diálogo con las comunidades y acuerdos de erradicación concertada y, de
confrontación directa e imposición de políticas de erradicación forzada, que
desconocen el espíritu del acuerdo en lo que se corresponde con el punto 4.
·
La mayor urgencia: las ZVTN
No obstante el mayor problema sigue siendo en materia de
implementación la crítica situación que viven las comunidades de las FARC-EP,
en las ZVTN cuya adecuación ha sido lenta e insuficiente para garantizar
condiciones dignas de quienes allí se concentran en el proceso de Dejación de
Armas y, sobre todo, para dar impulso a los programas de reincorporación de
cuyo éxito depende realmente la finalización de la guerra.
El gobierno tiene premura porque las FARC-EP entreguen a las
Naciones Unidas las armas en el
calendario que se ha propuesto para hacerlo, y que se desarrollen las tareas de
erradicación forzada, las FARC-EP, están pensando en sentido más prospectivo y
de mayor alcance, para ellos, las armas no son lo importante, sino que se creen
las condiciones para un proceso de reincorporación que sea irreversible. Porque
si no es así, se vivirá permanentemente en una potencial situación de guerra y,
como lo han señalado con frecuencia miembros de la insurgencia y, no pocos especialistas, para empezar una guerra las armas son lo de menos…
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