Pensando el proceso Gobierno-ELN
LA PARTICIPACION DE LA SOCIEDAD, DEMOCRACIA Y SU INCIDENCIA EN LOS CAMBIOS NECESARIOS PARA
LA PAZ
CARLOS MEDINA GALLEGO
Docente-Investigador
Universidad Nacional de Colombia
Centro de Pensamiento y Seguimiento al Proceso de Paz -
CPSPP-UN
Importantes y necesarios esfuerzos se han comenzado
a realizar en relación con el anuncio del inicio de los diálogos de paz entre
el Gobierno Nacional y el Ejército de Liberación Nacional-ELN- orientados a
hacer aportes para el desarrollo de la agenda en lo referente a la construcción
de metodologías que posibiliten que
esas conversaciones encuentren rutas efectivas para llegar a acuerdos que
pongan fin al conflicto armado, en un
proceso de profundización de la democracia y generación de una sociedad con
mayor justicia social y posibilidades de convivencia pacífica.
Es inevitable aceptar que los tres primeros puntos
de la agenda están interrelacionados y constituyen ellos mismos un punto único por sus interconexiones
determinantes. No de otra manera se puede entender que la participación de la sociedad será en función de iniciativas y
propuestas, que hagan viable la paz… en el marco de…un ejercicio dinámico y activo, incluyente y pluralista, que permita
construir una visión común de paz que propicie las transformaciones para la
nación y las regiones y, que esto
tenga como propósito, programas
transformadores para superar, la pobreza, la exclusión social, la corrupción y
la degradación ambiental, en búsqueda de equidad. Aspectos que se conseguirán
a través de planes alternativos
integrales con enfoque territorial, que constituyan opciones económicas y
productivas que beneficien a las comunidades.
En general este acuerdo lo que busca es que las
comunidades tengan incidencia política en la formulación de las políticas públicas y los planes de desarrollo local,
regional y nacional.
1.
Participación Social con incidencia política
La participación social con incidencia política por
parte de organizaciones sociales y la ciudadanía constituye el fundamento
esencial de estos diálogos.
En gran parte, este enfoque obedece a la naturaleza
organizativa del ELN en la que tiene una influencia relevante los movimientos
sociales en la construcción colectiva del desarrollo territorial dirigido a garantizar el pleno ejercicio de
los derechos humanos y civiles, y a
solucionar los principales problemas de pobreza y marginalidad de amplios
sectores de la población. En este escenario, diferentes grupos organizados de
la sociedad civil, como movimientos sociales, organizaciones campesinas, ONG,
fundaciones, grupos de base, emergen a la actividad política con el propósito
de incidir de manera positiva en la construcción de políticas públicas locales
y planes de desarrollo alternativos.
Situación está
que se hace más compleja con la liberalización de la actividad económica y
otorgando un papel cada vez más relevante al mercado y la empresa privada
nacional y trasnacional, a través de concesiones y privatizaciones. Los
controversiales resultados de estas políticas han determinado que en estos
últimos años algunos sectores sociales se
reclamen asi mismos una actitud más protagónica frente al Estado.
De la misma
forma viene aflorado de manera alternativa una visión de desarrollo desde lo
local, que persigue replantear los mecanismos de relacionamiento entre el
Estado y la sociedad civil desde una perspectiva de mayor acercamiento entre
los gobiernos locales y la población en la definición de las rutas del
desarrollo y el bienestar. Esto significa nuevos retos y responsabilidades en
el ámbito de la política y de la gestión pública en razón a que las comunidades
no están dispuestas a permitir se sigan instrumentalizando los espacios del
poder para el beneficio particular en detrimento de las condiciones generales
de vida de las poblaciones. El escenario político por el que han transitado las
regiones ha estado cargado de violencia, clientelismo y corrupción haciéndose necesario en un contexto de
construcción de paz, la refundación de
las prácticas sociales, de participación política y de incidencia real en la
formulación de políticas públicas, formulación e implementación de planes de
desarrollo. Esto tiene en los imaginarios del ELN, seguramente dos propósitos:
Primero. Colocar
en marcha una estrategia de participación en la que la formulación de planes de
desarrollo y políticas públicas se centra cada vez más en los propios actores
sociales del desarrollo, propendiendo su fortalecimiento como gestores y
protagonistas de su presente y futuro. Esto dirigido hacia un empoderamiento de grupos organizados de la
sociedad marginada y de sociedad local en general, como uno de los más
importantes logros del proceso, manifiesto en la capacidad de incidencia
política orientada a ejercer su “poder” ante la sociedad que los cobija.
Segundo. La
mayor exigencia por conseguir efectividad en los acuerdos se traduce en la
necesidad de garantizar sostenibilidad en los resultados, así como beneficios
para amplios sectores de la sociedad. En el logro de la sostenibilidad y de una
“masificación” de resultados requiere, muchas veces, de adecuar los marcos
normativos y las políticas públicas locales, regionales o nacionales, tornando
imperativo que los acuerdos incorporen la dimensión de incidencia
política en sus enfoques a fin de priorizar las capacidades de las
organizaciones sociales para influir en las políticas públicas.
E l tema de la
participación de la sociedad se da a
partir de dos dimensiones: 1. Fortalecimiento de las capacidades de las
organizaciones y las instituciones para
que se conviertan en actores clave en todas las fases de la incidencia política
que pueda tener el proceso en la formulación de políticas públicas. Y, 2. Apoyo a procesos de
incidencia en políticas promovidos por actores organizados, no directamente
vinculados a partidos políticos, pero
si, articulados a través de movimientos sociales y sectores específicos de la
población (comunidades afrodescendientes, indígenas, campesinos, mujeres,
jóvenes…). Para el ELN realizar
actividades de diálogo político con las comunidades y con las autoridades
gubernamentales nacionales, regionales y locales, significar asumir una
posición de defensa por los grupos sociales pobres y marginados a los que
dedica su quehacer.
Desde este
horizonte de posibilidades surgen inquietudes sobre cuáles deben ser los “productos”
de los procesos de participación de la sociedad que resulten suficientes para que el ELN considere
que se puede dar por terminado el conflicto armado y que se inicia una era de
luchas democráticas. Algunas preguntas podrían orientar esa reflexión:
1.
¿Cuáles son los resultados que puede arrojar los
procesos de participación (incidencia) de los actores sociales y la sociedad en
general, que se constituyan en productos validos para la terminación del conflicto
armado?; ¿se considera como resultados validos la formulación de políticas
públicas y la concertación de planes de desarrollo?
2.
¿Cuáles son las condiciones y cómo los actores
sociales pueden incidir en la formulación de políticas públicas, en que sectores y a que
nivel?
3.
¿Qué rol cumplen o deben cumplir los diferentes
actores o agentes sociales que intervienen en el desarrollo del proceso de paz,
en que condiciones y con que garantías?
4.
¿Cuáles
son los alcances, limitaciones, tensiones y desafíos de los procesos de
incidencia política llevados a cabo por los actores sociales en el desarrollo
del proceso de participación?
5.
¿Existe un tiempo definido para que se den los
procesos de participación y se formulen los planes de desarrollo y las
políticas públicas pertinentes en los ámbitos local, regional y nacional?
2. Políticas
públicas y planes de desarrollo alternativos
Posiblemente
los más pertinente para el proceso de conversaciones Gobierno –ELN en términos de realizaciones tangibles en tiempos determinados, a partir de los
componentes que constituyen los tres primeros puntos de la agenda (participación de la sociedad,
democracia y cambios para la paz) sea el de generar acuerdos y consensos para
la implementación de planes alternativos y la formulación de políticas públicas
de iniciativa social y popular.
Aunque las políticas
públicas suelen ser entendidas como las decisiones de las autoridades
gubernamentales, legislativas, judiciales o de control, que aportan soluciones
específicas sobre cómo manejar los asuntos públicos. Es importante señalar que
en este proceso adquieren un componente constituyente
si parten de las necesidades de las poblaciones y los territorios y convocan a
su formulación a la sociedad en su conjunto.
La participación de la sociedad, a través de sus formas organizadas y en
procesos de construcción democrática ayudan al enriquecimiento de las
propuestas y revisten de legitimidad los acuerdos. Es destacable señalar que la
participación política se asuma como un proceso, como acciones orientadas incidir
políticamente de la formulación de los objetivos, metas y procedimientos
mediante los cuales se alcanza el bien común: la política orientada socialmente
hacia la consecución de objetivos determinados.
No obstante es
necesario señalar que la política puede entenderse como un ejercicio de poder
de un grupo sobre otros y, que en un proceso de construcción democrática de paz,
sin que se salven las contradicciones de intereses que reflejan una relación
antagónica entre diversos sectores sociales, es necesario contemplar la posibilidad de
obrar política y éticamente en provecho
de todos los grupos involucrados.
Desde un
enfoque de integralidad, las políticas públicas abarcan los diferentes ámbitos
de la sociedad: lo económico, social, político y cultural. No obstante, se
suele hablar de políticas sectoriales, lo que muchas veces conduce a un
tratamiento y gestión aislada o segmentada de las mismas. Esto provoca que con
frecuencia las decisiones sobre políticas públicas se hagan sin considerar el
conjunto de las variables, generando decisiones parceladas e ineficientes. Así
por ejemplo, en la actualidad se nota una preponderancia de la aplicación de
políticas económicas en detrimento de otros ámbitos de la dimensión humana y
social.
Ahora bien, en concreto: qué deben dejar los
diálogos de paz entre el gobierno Nacional y el ELN a través de la
participación de la a sociedad… en mi concepto políticas públicas y planes de
desarrollo alternativos.
a. Políticas
públicas
Las Políticas
Públicas se concretan en:
•
Normas:
como las constituciones políticas,
leyes, reglamentos, decretos ejecutivos, resoluciones ministeriales,
ordenanzas, etc.
•
Organizaciones
o instituciones públicas: cuya función es la decisión, ejecución y/o
control de las políticas públicas.
•
Planes,
programas, proyectos y acciones: se trata, por ejemplo, de planes
nacionales de desarrollo, planes de desarrollo local, programas de salud o
educación, proyectos de apoyo a las microempresas o pequeñas empresas, etc.
•
Presupuestos
e inversiones fiscales: que incluyen las fuentes de financiamiento
(impuestos, aranceles, endeudamiento público, etc.) y las líneas de inversión
en la implementación de planes, programas, proyectos y acciones.
Las políticas
públicas transitan por un ciclo de gestión que comprende cinco etapas básicas:
formulación, decisión, definición del presupuesto, ejecución y control. El
ciclo de las políticas públicas puede ser gestado desde la noción burocrática o
gerencial de lo público, o puede ser el resultado de un ejercicio democrático y
participativo con la incorporación de los actores estatales, sociales y de la
empresa privada.
El Ciclo de
las políticas públicas se desarrolla a través de cinco etapas o fases que es
importante tomar en consideración, porque cada una de ellas tiene su propio
tiempo.
Formulación: Esta etapa se origina con
la idea sobre una nueva política pública, luego pasa por el reconocimiento de
los actores en tanto sujetos políticos, el análisis de las condiciones y las
relaciones de fuerza frente a determinada política, la identificación de la
problemática, el análisis de alternativas y la elección del instrumento formal
(política sectorial, ley, reglamento, etc.), para desembocar en la elaboración
técnico-política de la propuesta de política pública.
Decisión: Corresponde al proceso de
resolución por parte de los organismos gubernamentales competentes, cuya
responsabilidad, mecanismos y procedimientos suelen estar definidos en el marco
normativo, especialmente en la constitución y leyes nacionales, en las
ordenanzas departamental y los acuerdos municipales.
Definición del presupuesto: En esta
fase se definen las fuentes de financiamiento y la asignación de los recursos
financieros necesarios para ejecutar las políticas decididas. En términos estrictos
esta etapa debería ser parte del proceso de formulación y decisión, de modo de
contar con los recursos económicos necesarios para su puesta en marcha. La
definición del presupuesto suele realizarse una vez aprobados los marcos
normativos, planes, programas o proyectos.
Ejecución: Implica la realización
práctica de la política pública. Mientras en la experiencia tradicional esta
etapa era responsabilidad exclusiva de las autoridades e instituciones
públicas, hoy se asume bajo el principio de corresponsabilidad entre los
actores sociales, públicos y privados.
Control: Es la última etapa y se
orienta al seguimiento y evaluación de los resultados, y la pertinencia y
calidad de las políticas públicas aprobadas y ejecutadas. El control exige
definir y manejar medidas de evaluación, expresadas normalmente como
indicadores, sobre la base de los que se miden los resultados y se extraen
aprendizajes para modificar, mejorar e incluso derogar políticas públicas y
sustituirlas otras.
b. Planes de
desarrollo alternativos
Los planes de
desarrollo alternativos es el otro producto resultante de las dinámicas de
participación de la sociedad en las conversaciones de paz. La particularidad
que tienen estos planes es que no son el resultado de la iniciativa particular
de un gobernante en cumplimiento de su programas de gobierno, sino, de la
articulación lógica de las necesidades de las poblaciones y los territorios
mediadas por la decidida participación de la sociedad en su elaboración y
ejecución.
Estos planes,
buscan dar respuesta a las demandas sociales en materia del ejercicio pleno de
sus derechos en aspectos que tienen que ver con el desarrollo económico,
social, político y cultural de las poblaciones en los territorios. Son planes
que toman en serio las iniciativas de las organizaciones sociales y ciudadanas,
en materia de desarrollo sectorial, pero lo hacen de manera integral y no
desagregada.
La
particularidad que tienen estos planes alternativos, de vida o
comunitarios, como también son llamados,
es que fundan una nueva institucionalidad en el orden de la participación en la
generación de comunidades empoderadas con poder de decisión que reclaman ser
protagonistas efectivas en los ámbitos de la implementación y la ejecución de
esos planes, así como hacerles seguimiento y control a los programas y
proyectos que técnica y económicamente rebasa sus posibilidades.
3. Una nueva Institucionalidad
Seguramente la
formulación de la política publica y la elaboración de planes alternativos va
dar origen a un nuevo modelo de institucionalidad que se piensa desde lo
colectivo en la toma de decisiones y en la ejecución de lo planeado. La institucionalidad hace referencia a los
organismos públicos, así como a las organizaciones sociales, que a pesar de
tener una estructura y composición distinta a la de las instituciones públicas
y no disponer de tanto poder como las primeras, tienen presencia e influencia
en las realidades en las que intervienen.
El paso de
sociedades industrializadas a las de información y conocimiento, afectó el
modelo burocrático y posibilitó el surgimiento del modelo de gerencia pública.
Este último modelo acompañó la hegemonía de las políticas neoliberales,
orientadas a restablecer el control de los sectores de poder político y
económico sobre los agentes de la burocracia. Signos distintivos del modelo de
gerencia pública son la gestión basada en la demanda de los usuarios o clientes
y la transferencia al sector privado de la administración de los servicios
públicos.
A partir de
mediados de la década de los 90, el paradigma de institucionalidad pública
comenzó a experimentar nuevas transformaciones. Desde entonces se pasó a hablar
de gobernanza. Bajo este modelo, la
calidad y legitimidad del actuar público se fundamenta en la articulación e
interacción entre los diferentes actores sociales y el Estado, así como en la
coordinación de los distintos niveles de gobierno.
Los principales postulados de la gobernanza
son: el Estado no es el único actor del desarrollo, se necesita la cooperación
y corresponsabilidad de otros; la redefinición de roles y responsabilidades
entre múltiples actores; no hay modelos únicos, sino eficiencia adaptativa a la
realidad, flexibilidad, experimentación y aprendizaje por prueba y error.
En suma, en la relación tradicional entre el
Estado y la sociedad, se preserva para las instituciones gubernativas el papel
esencial en la definición y conducción de las políticas públicas, fundamentadas
en un funcionamiento vertical desde la institución pública a la ciudadanía a la
que considera meramente como destinataria o beneficiaria. Desde este mismo
enfoque, las decisiones sobre políticas se realizan a través de equipos
técnicos o de especialistas, muchas veces con una visión sectorial y
parcializada
En contraste a
este enfoque, las nuevas concepciones sobre la gestión de lo público se
sustentan en una relación más democrática desde lo comunitario. Así, en la
medida en que el diseño, instrumentación y control de las políticas se realiza
sobre bases amplias de participación, se posibilita la construcción de una
visión más integral de los objetivos, así como la consideración de
vinculaciones intersectoriales y de una perspectiva estratégica del futuro.
Estas nuevas
formas de gestión de lo público no implican la anulación de los anteriores
modelos, el burocrático y el de gerencia pública, sino su complementariedad,
aportando a una relegitimación de las instituciones del Estado y de su papel en
los procesos de desarrollo sobre la base de una decidida participación social.
En algunas zonas en las que opera el ELN, la gobernabilidad ha tenido
transformaciones significativas en el ámbito de un modelo de institucionalidad
que involucra lo comunitario en la conducción de sectores estratégicos para el
bienestar de las comunidades, como por ejemplo, los servicios públicos.
4. Incidencia política en la formulación de planes de
desarrollo y políticas públicas
La participación de la sociedad, la democracia y los
cambios necesarios para la paz están
concebidos en el marco de una propuesta de incidencia
política real de la sociedad sobre los territorios. La incidencia política puede ser entendida
como el proceso mediante el cual la ciudadanía, los actores sociales,
económicos e institucionales, participan o influyen en la definición, gestión y
control de políticas públicas generales o sectoriales, en el ámbito local,
departamental, nacional o internacional. Esta participación o influencia
implica crear, modificar, hacer cumplir y/o derogar o limitar políticas públicas.
Si bien la
incidencia política en general y la incidencia en políticas públicas son parte
de la acción política, adquiere relevancia mayor la incidencia en la
formulación de políticas públicas en la medida en que supone la modificación de
los marcos normativos, institucionales, presupuestarios, así como de los
planes, programas y proyectos públicos, en el ánimo de que respondan a los
intereses de sectores sociales que tradicionalmente están marginados.
Hay en general consenso que las políticas públicas más
adecuadas, pertinentes y eficaces, son aquellas que se construyen de manera
participativa e incluyente, puesto que se sustentan en el ejercicio de
derechos. Esta forma de construcción de las políticas públicas no se reduce a
la creación de condiciones normativas, institucionales y operativas, sino que,
además, aporta en la transformación de las relaciones asimétricas de poder
entre los diferentes actores sociales, lo que da cabida a la posibilidad de
contar con políticas pública incluyentes y formuladas desde una visión de
desarrollo con equidad.
La incidencia en la formulación de políticas públicas
es un proceso relacional entre múltiples actores, organizaciones sociales,
instituciones privadas, sectores empresariales, políticos, con los poderes
públicos, que incluyen al gobierno, parlamento, administración de justicia y
organismos de control. Es por tanto un proceso eminentemente político, en el
que se juegan diversos intereses y relaciones de fuerza o poder. No obstante el
carácter político de estos procesos, la formulación, presupuestación, gestión y
control de las políticas públicas, también requiere criterios y aportes de
carácter técnico, pues, se necesita de planificación y direccionamiento
estratégico y de construcción técnica política de alternativas viables para
solucionar los problemas o limitaciones que motivan las intervenciones.
Los sujetos destinatarios de la incidencia son los
poderes públicos, en cuanto actores del proceso de toma de decisiones. De
especial relevancia son las funciones ejecutivas o de gobierno, y las
parlamentarias o legislativas, en los ámbitos locales, departamentales,
nacionales e incluso en el escenario internacional como respuesta a la
influencia que ejerce esta esfera en un contexto de globalización. Surge así
cada vez con más fuerza la idea de una sociedad civil global o internacional
con capacidad de incidir en la definición de las regulaciones mundiales desde
el enfoque de los derechos de la humanidad.
Hoy no basta con que las políticas públicas sean el
resultado del trabajo técnico y la decisión de las autoridades democráticamente
representativas. Se exige que las políticas se encuentren debidamente
formuladas y sustentadas y que consideren los diversos intereses y valoraciones
existentes en la sociedad, garantizando la participación deliberativa de
distintos sectores.
En este sentido la Incidencia en políticas públicas
(IPP) es un proceso (Participativo, Intencionado, Organizado,
Planificado, Sistemático,
Político, Técnico) mediante el cual Actores sociales, económicos,
institucionales y la ciudadanía en general, influyen en Políticas públicas a
diferentes niveles (Local, Regional, Nacional, Internacional), modificando
relaciones de poder, con el propósito de garantizar el ejercicio de derechos
fundamentales, el Desarrollo con equidad, una decidida influencia en la
formulación de Políticas públicas incluyentes.
5. Democracia y
participación ciudadana
No existe una única definición democracia. La “democracia”
tiene acepciones diferentes, según la ideología de quien lo aplica (liberal,
neoliberal, socialista, socialdemócrata, popular…). Seguramente el ELN adoptará
una concepción de democracia como la
doctrina o sistema político que se sustenta en la intervención del pueblo en
las decisiones colectivas o de gobierno. En este régimen político, la soberanía
reside en el pueblo y es ejercida por éste de manera directa o indirecta.
Se habla de democracia
directa cuando las decisiones son tomadas directamente por los miembros del
pueblo, de las comunidades, de sus formas naturales de organización social y
ciudadana. Hay democracia indirecta o
representativa cuando la decisión es adoptada por personas que han recibido
el mandato de representación por parte del pueblo. La democracia participativa alude al hecho de que el modelo
político permite la participación directa de la ciudadanía para negociar sus
intereses y buscar la generación de consensos públicos, comunitarios y
privados, basados en la reivindicación de los derechos ciudadanos. Estas tres
formas de democracia no constituyen por sí alternativas diferentes sino que
pueden ser aplicadas de manera complementaria.
El ELN seguramente parte de la afirmación de que
existe una crisis de legitimidad que enfrentan los sistemas democráticos de
varios países latinoamericanos como consecuencia de las limitaciones que han
evidenciado para solucionar las grandes inequidades sociales que afectan a
amplios sectores de la población, razón por la cual ha impulsado el surgimiento
de iniciativas para fortalecer el talante democrático entre la ciudadanía y de
los movimientos sociales, con el propósito de renovar las instituciones
públicas, dotándolas de mayor efectividad y capacidades para que representen
las demandas de las poblaciones y puedan canalizar y aportar en la resolución
de conflictos regionales y nacionales.
Igualmente el
ELN es del criterio que la falta de credibilidad de las élites políticas y de
ciertas autoridades públicas, evidencia que no es suficiente la elección por
voto popular para garantizar la legitimidad; esto, en el mejor de los casos, lo
que puede permitir es la legalidad. La legitimidad en las actuales condiciones
depende de la sintonía, participación y representación por parte de los actores
sociales, políticos y públicos de las
demandas e intereses sociales y ciudadanos.
En consecuencia, el reclamo participativo del ELN no significa competir por las
decisiones con las instituciones de representación, sino que demanda que éstas
se apeguen a los intereses, necesidades y derechos sociales y ciudadanos. En otras
palabras, la democracia directa y participativa no reduce ni eliminan el papel de la democracia representativa, sino
que le dan un nuevo significado democrático. Una mayor participación social y
ciudadana significa no solamente un mecanismo para garantizar derechos
democráticos, sino también para asegurar la participación social y ciudadana frente a los asuntos
públicos, lo que conlleva a asumir mayores obligaciones.
Como se puede evidenciar, la participación social y ciudadana
es un componente fundamental de un nuevo tipo de democracia, constituida por la
combinación y síntesis entre democracia representativa y las democracias
participativa y directa, lo cual a su vez se constituye en prácticas de buen
gobierno, como mecanismo de expresión del interés o proyecto de los distintos
actores sociales. Tal combinación puede conducir a la reforma democrática del
Estado y a la transformación de las relaciones entre el Estado y la sociedad,
especialmente en lo que respecta a la modificación y reducción de las
asimetrías sociales y las relaciones de poder.
Además de abonar en una nueva forma de democracia,
existen algunos otros argumentos a favor de la participación: proporciona
información sobre el ambiente social en el que se ejecutarán las actividades de
desarrollo, revela de manera más eficiente las demandas y necesidades de las
comunidades en los territorios, genera aprendizajes sociales e innovación en
practicas democráticas y de gestión pública , fortalece los actores y las
instituciones locales, genera mayor credibilidad y legitimidad sobre los
procesos, contribuye a mejorar la eficiencia de las instituciones locales,
contribuye a la formación de capital social, fortalece el desempeño productivo de
la región o localidad, contribuye al fortalecimiento de identidad local o
regional.
Respecto a la participación se constatan dos grandes
visiones. Se puede ubicar a la participación como un instrumento de técnica
social y política dirigido a involucrar la población en la elaboración de
propuesta o, por el contrario, se la
puede relacionar con el mejoramiento de las instituciones públicas y con el
ejercicio de la democracia en un proceso de ampliación y profundización de la
misma que se ve reflejado en cambio de la orientación de la gestión pública
hacia un modelo más incluyente y pluralista. La participación combina ambas
dimensiones, aparece como una alternativa frente a la crisis del sistema
político y al modelo económico excluyente, a los desafíos de eficacia y sustentabilidad
de los procesos de desarrollo, y a las nuevas prácticas de desarrollo local y
descentralización.
Los procesos participativos requieren construir
ciertas condiciones básicas para madurar y ser efectivos, lo cual demanda tiempo para promover la organización y
empoderamiento de los actores sociales, para identificar sus demandas y
construir alternativas técnicas, para profundizar el conocimiento de la
realidad social y de los procesos de toma de decisiones respecto a los asuntos
públicos, para abrir el diálogo y capturar la atención de las autoridades y
actores que lideran o facilitan las decisiones, propender al equilibrio de
fuerzas cuando existen relaciones asimétricas de poder, entre otras. Esta
situación debe ser considerada por la mesa de conversaciones gobierno-ELN,
porque existe una saturación del proceso de conversaciones de la primera mesa
que recibe la segunda sobre la que seguramente va pesar con mayor fuerza la
demanda de resultados en tiempos mas breves. Por esto es necesario definir con
claridad el tipo de productos que se demandan de la participación de la
sociedad que son necesarios para la paz y las metodologías y cronogramas a
través de los cuales se van a logra esos productos, que deben servir para la
firma de un acuerdo de terminación del conflicto, pero que son apenas el punto
de partida de una largo proceso de transformaciones democráticas.
La participación de la sociedad en la formulación de políticas
públicas y planes de desarrollo alternativos tiene diversos niveles que
fluctúan desde el acceso a la información, hasta formas de participación más
complejas y completas que involucran a las comunidades en aspectos relevantes
de la gestión pública y la ejecución de políticas, planes y proyectos de
desarrollo.
Una ruta de participación podría considerar varios
niveles, pero los más usuales suelen ser
los siguientes:
•
La información se encuentra en el primer
nivel de participación social y ciudadana y es la condición básica para hacer
posible cualquier otro tipo de participación. Se basa en el conocimiento de lo
que existe o las propuestas de normas, planes, programas, proyectos y
presupuestos de las comunidades y los organismos públicos. Es un nivel que
establece con claridad el estado de las cosas a manera de un diagnostico de situación de cambio que construye la inteligencia
social necesaria para que se puedan tomar decisiones razonables y acertadas.
·
Un segundo nivel
es el de la consulta a la
ciudadanía, a través de consultas populares, asambleas locales o regionales,
cabildos populares, constituyentes locales, mesas de trabajo, interlocución y concertación,
entre otras posibilidades que permitan a las comunidades conjuntamente con las
autoridades gubernamentales y legislativas locales procesar acuerdos sobre las
demandas y urgencias de la población respecto a la acción pública.
•
La participación
con capacidad de decisión es el
tercer nivel, cuyas formas más conocidas son el plebiscito y el referéndum,
aunque existen otras novedosas con alcances mas localizados como la elaboración
de planes de desarrollo y presupuestos participativos o la planificación
concertada del desarrollo local, entre lo público y lo comunitario.
•
La
corresponsabilidad en la ejecución
de los planes de desarrollo y las políticas públicas puede ser considerada como
el cuarto nivel. La ejecución supone una adecuada distribución de funciones y
responsabilidades entre el Estado, las comunidades y la ciudadanía en general.
La inclusión de las comunidades y los movimientos sociales en la ejecución de
programas, planes y proyectos de interés común con acompañamiento técnico y
control fiscal constituye un ejercicio innovador en materia de participación en
gestión pública.
•
Un quinto nivel
es el control social de las acciones
de las instituciones públicas por parte de la población y sus diferentes formas
organizativas, lo que se relaciona con el seguimiento y la evaluación, así como
con diversas formas de escrutinio y veeduría ciudadana, sobre el cumplimiento
de lo acordado y construido socialmente.
6. Riesgos y
límites de la participación de la sociedad
Las oportunidades para
participar e influir en políticas públicas no son las mismas para todas y todos
los ciudadanos. La exclusión que caracteriza a nuestras sociedades margina a
amplios sectores sociales de la definición, ejecución y control de políticas
públicas. Por condición de género, por la extracción socioeconómica, por el
origen étnico, la edad o el lugar de residencia, gran parte de la población de
nuestro país enfrenta obstáculos para participar.
La pérdida de
linderos entre gestión pública y el intereses privados que se viene produciendo
desde hace algo más de tres décadas, junto con el oportunismo que ha
manifestado las elites políticas y económicas y su particular desinteres por el
bienestar comun, han generado desencanto en la ciudadanía y desconfianza hacia
las instituciones del Estado. En la actualidad, varios conflictos se expresan y
resuelven fuera de los canales legales en la construcción de nuevas
institucionalidades que hacen la forma Estado.
Pese a estos
problemas y al ejercicio brutal de la violencia, las comunidades, sus
movimientos sociales y la ciudadanía ha
ido tomando fuerza a través de la acción organizada de sectores étnicos,
barriales, de mujeres, ambientalistas, de gobiernos locales, entre otros. Los
actores tradicionalmente excluidos de los procesos de construcción de políticas
y sin capacidad de hacer valer su visión en la gestión pública, tienden hoy en
día a ejercer sus derechos ciudadanos y a ser reconocidos desde sus propios
espacios. Poco a poco han ido convirtiéndose en sujeto social, de derecho y político
con influencia determinante sobre el territorio.
No obstante toda la
oferta de oportunidades que tiene la participación de la sociedad en la definición
de los asuntos públicos del desarrollo es necesario señalar que también existen determinados tipos de riesgos
o limitaciones en los procesos participativos:
La más importante
limitación es la ausencia de poder de los sectores que tienen menos recursos y
menor capacidad para influir en los procesos y toda toma de decisiones: la
población que soporta situaciones de pobreza en extrema desorganización y
dispersión, la poca, condicionada participación de los niños, niñas y adolescentes, las mujeres,
los indígenas y afro americanos, entre otros.
Las limitaciones para confrontar con grupos o élites
participativas, que generalmente cuentan con niveles más altos de cultura,
conocimiento técnico y mayores recursos institucionales, materiales y
económicos, pero que no necesariamente representan los intereses de los
sectores sociales marginados.
La participación de la ciudadanía no organizada, que
conforma la mayoría de la población, así como el temor al conflicto armado o a
la represión institucional que
experimentan amplios sectores sociales.
La percepción del conflicto través del conflicto armado, desconociendo la
naturaleza social y política del mismo. Este supuesto minimiza el conflicto y
los reduce a prácticas de violencia. El conflicto entendido positivamente y tratado de manera
adecuada da origen a una mayor democratización de la sociedad. No hay que
olvidar que uno de los elementos esenciales de la democracia y la política ha
sido el conflicto que se produce por las asimetrías sociales, impulsando a que
determinados sectores se orienten hacia la búsqueda de equidad y justicia.
Un riesgo al que hay que prestar especial atención es
el que genera un modelo de participación
inútil, en el que se desgastan las fuerzas sociales elaborando propuestas y
proponiendo políticas, planes, programas, proyectos, acciones que no tienen ningún nivel de influencia en
el comportamiento institucional, son ignorados, o aun peor, acordados e incumplidos.
Otro riesgo es no entender que el diálogo político pluralista, es aquel en el que se establece una
relación e interacción entre dos o más actores
diferentes, que están dispuestos al entendimiento a través de la expresión
de sus intereses y razones, y de la negociación deliberativa y de concertación.
En su dimensión política y social, el conflicto
constituye una demanda por mayor libertad y participación social, así como por
una mejor distribución del poder político y mayor equidad social y, ese es el propósito ultimo de la participación
social con incidencia política.
7. Desafíos organizativos
de la participación de la sociedad en la construcción de paz
La participación
social y ciudadana en el desarrollo de la gestión política y el fortalecimiento
de la democracia debe ser caracterizada
como diversa y compleja. Su tratamiento depende de múltiples factores, como el
momento histórico que se vive en el país y en las regiones, la pertinencia
social de la misma, el entorno cultural e ideología de quienes participan, su
capacidad organizativa y de movilización social, su inteligencia propositiva,
la capacidad para aceptar y moverse en una pluralidad de intereses, la
disposición política de la institucionalidad, la existencia de canales legales
y legítimos, condiciones y recursos, los acompañamientos técnicos, los
mecanismos de resolución negociada de conflictos, las mediaciones calificadas,
entre otros.
Pese a esa
complejidad apenas esbozada es necesario establecer unos criterios que ayuden a
sortean los desafíos que tiene la participación de la sociedad en un proceso de
conversaciones de paz donde su protagonismo es esencial.
Creo que un punto a
resolver es el de la capacidad de incidencia política de la sociedad en la toma
de decisiones y en el procedimiento mismo de la participación. Anotemos algunos
aspectos a tomar en consideración:
a. En un proceso participación social que se proponga
tener incidencia política es preciso asegurar que el actor social o los actores
sociales que lo promueven, incorporen fórmulas
de concertación a lo interno de sus propias organizaciones. Esto es que
antes que llevar denuncias, diagnósticos
y cargar demandas establezcan rutas claras de concertación social sobre lo
realizable y que ello sea el resultado de una modalidad interna de consulta,
análisis y decisión que depuren, clarifiquen y hagan explicitas elaboraciones
que permitan fluir en las conversaciones y dar respuesta oportuna y pertinente
a los procesos de conversación y acuerdos que se dan hacia fuera. Lo decidido
internamente es material de trabajo y no debe convertirse en obstáculo
insalvable. Es materia de acuerdo y no de imposición.
b. Las organizaciones
sociales deben relacionarse con
diferentes instancias de la gestión pública, incluyendo a los partidos
políticos. Si bien los partidos políticos han perdido credibilidad y
representatividad, no dejan de ser organizaciones de la sociedad civil que se
orientan específicamente a la incidencia política y trabajan para acceder al
ejercicio directo de la gestión pública. Son elementos imprescindibles del
escenario democrático y el desafío consiste en lograr y mantener esquemas
democráticos a su interior. Las organizaciones y movimientos sociales deben
incidir cada vez más en el comportamiento de los partidos políticos, en tanto
éstos tienen la función de mediar en la solución de sus problemas frente a las
instituciones estatales
c. Muchos temas
sobre los que se requiere incidir, pueden revestir diversos grados de
complejidad, por lo que puede ser de extrema importancia contar con adecuados
niveles de información y de criterios
técnicos. Con asesoría y acompañamiento académicos y profesionales que faciliten
la toma de decisiones pertinentes.
d. Es necesario considerar la participación de la sociedad como
actor en procesos de incidencia política, debe tomar en consideración toda entidad social e institucional con
identidad propia que tiene visión e interés sobre un tema, sobre el que asume
posición, y actúa y construye una relación social y de poder. En este sentido los
actores que participan en procesos de incidencia en política son todas las
entidades que participan en la construcción, implementación y control de una
política pública en relación a un tema definido. Entre ellos en orden de
importancia las autoridades públicas como gobierno nacional, gobernaciones,
Congreso Nacional asambleas departamentales, concejo municipal, ministerios,
secretarias de despacho, funcionarios y técnicos de una entidad o servicio
público; Organización social de base y de segundo grado; movimientos sociales:
partidos políticos; grupos cívicos; Organizaciones No Gubernamentales; sector
privado empresarial; organización confesional, iglesias; centros de experticia,
de investigación, académico o profesional; medio de comunicación (canal de TV,
periódico, emisora radial, página Web); entidad de servicio – ONG –, proyecto
de cooperación internacional; comunidades étnicas, población LGTBI, Movimientos
ambientalistas; entre otros
e. El grado de involucramiento de un actor en el proceso
de Participación Política con algún
nivel de incidencia puede variar de intensidad y profundidad. Un actor
puede únicamente disponer de información relevante sobre un tema, estar en
conocimiento del marco legal y político existente y de las propuestas de normas
y planes en elaboración. En otro nivel puede estar invitado a expresar su
demanda y puntos de vista respecto a la acción pública y las propuestas en
proceso de elaboración, hasta llegar a exteriorizar su opinión y participar de
la decisión sobre una política pública (por referéndum, por voto, etc.) y ser
co-responsable en su ejecución y el control de su implementación.
f.
Es importante
desarrollar una comprensión de las
fuerzas sociales que tienen intereses
en una determinada política pública, por ejemplo, ambiental, minero-
energética, desarrollo agrario, seguridad ciudadana, salud, educación… Para eso
se propone una clasificación de las categorías de análisis y una organización
racional de las poblaciones intervinientes donde se pueda hacer el mejor uso de
sus experticias y motivaciones para establecer el diagnóstico y diseñar las
políticas y estrategia a seguir. Es importante que quienes integran la fuerza organizadora
e impulsora de la participación social en los territorios puedan identificar de
manera concreta a los demás actores con capacidad de incidir en la elaboración
de propuestas, elementos de políticas públicas, a fin de establecer estrategias
viables o introducir ajustes que incrementen el impacto de su participación.
g. Debe existir una fuerza
organizadora e impulsora de la participación compuesta por actores
sociales, económicos, políticos, públicos, cívicos, que ejercen presión directa
o indirecta sobre el poder gubernamental para obtener decisiones de política
pública conforme a su visión e interés. Esta fuerza debe ser amplia y pluralista y tener
la iniciativa de organizar el trabajo y conducirlo, asi como de analizar las
problemáticas y sus repercusiones, identifican a los otros actores, definen la
estrategia para su participación. El propósito es incidir políticamente en el
logro de una adecuación o un cambio de política y, en la elaboración del diseño técnico-político
de las propuestas, para lo cual se pueden hacer acompañar de asesores y
expertos.
h. En la participación
de la sociedad no se refunda ni la sociedad, ni el Estado, pero si se
amplia y se profundiza la democracia y se crean las condiciones para que los
procesos de transformación social fluyan con mayor legitimidad y legalidad, por
esto, es necesario establecer un buen relacionamiento con las instancias que
cuentan con atribuciones y competencias para resolver las demandas de políticas
públicas y persuadirlas de la importancia que tiene la gestión social en el
desarrollo de la gestión pública.
i.
La participación
de la sociedad que hemos caracterizado como diversa y compleja, no siempre esta
en el sentido del interés colectivo y el bien común, también existen fuerzas
que están detrás del interés particular y el bien privado. Actores sociales o institucionales que se
oponen a las propuestas y que disponen de recursos para influir sobre los
responsables de la toma de decisión. Cualquier iniciativa de Participación Política
genera resistencia de distinta naturaleza e intensidad y tiene opositores con
diversos argumentos y fuerza. Sin embargo, es necesario tener presente, que las
fuerzas opositoras no siempre constituyen bloques monolíticos; a su interior
pueden presentarse sectores con los que se puede negociar, lo que permite
evitar que las propuestas sean bloqueada. Lo ideal es que se pueda favorecer
los interese de todas las partes, pero eso no es posible. Siempre es mejor un
acuerdo con limitaciones, que una nueva guerra.
j.
Para que la participación
social se revistan de mayores
legitimidades siempre es pertinente contar con apoyos de personas
influyentes, una opinión pública a favor, organizaciones importantes… que pueden
jugar un rol decisivo en el momento de definiciones. Actores que intervienen de
manera activa en los procesos de decisión tales como los medios de comunicación
(TV, radio, prensa), los partidos políticos y movimientos sociales, los centros
de experticia (medio académico, instituto especializado, gremio profesional),
las instituciones religiosas, las fuerzas armadas… Estos actores tienen un gran
poder en la sociedad, influyen en la percepción de la ciudadanía, en la
formación de corrientes de opinión y en la posición de las personas que
deciden. Pueden bloquear o visibilizar las propuestas.
8.
Una ruta metodológica sencilla
Lo más difícil de un proceso de participación de la
sociedad, en un ambiente de ampliación y profundización de la democracia para
señalar propuestas que generen cambios necesarios para la paz es como hacerlo y
en que tiempos. Para ello sería pertinente tomar en consideración los siguientes
aspectos en la construcción de unidades de análisis en el establecimiento de
proceso que no por complejos deben ser inmanejables:
1.
Establecer los elementos que unen a los actores. Los actores sociales delimitan la problemática que les
preocupa, las necesidades que tienen en común y acuerdan los objetivos de
cambio que persiguen. Esto es elaboración de agendas.
2.
Definición de mecanismos de participación y de
representación El grupo define los
mecanismos que van a permitir la participación de los diferentes segmentos de
actores que lo compone. Esto es la organización de la participación y la construcción
de los niveles de decisión, representación y autoridad.
3.
Auto-diagnóstico de la problemática El grupo procede a un análisis de las diferentes
dimensiones de las problemáticas, de los actores involucrados y de de las
formulas de solución. Esto significa produccion social de insumos:
4.
Elaboración de una propuesta y un plan de acción que
reflejen voluntad colectiva. Esto sistematización
y formulación de política y con un plan de incidencia.
5.
Definición de una organización apropiada El grupo determina una organización eficaz, establece
niveles de decisión y autoridad, representación e interlocución legítima que se
apropie de la responsabilidad de llegar acuerdos y del seguimiento a la implementación.
6.
Ejecución y evaluación del plan El grupo lleva a la práctica el plan de incidencia
con capacidad de adaptarlo en función de los avances logrados, de la reacción
de los otros actores y de las condiciones cambiantes del entorno.
Existen varios métodos para promover y realizar
procesos de incidencia de la sociedad en la formulación de políticas públicas,
pero en general todos tienen que pasar por cuatro pasos:
1.
Diagnóstico se
define la situación o situaciones de conflicto
2.
Elaboración de la propuesta se distingue entre a) la identificación de los
elementos clave de la política a introducir o a modificar y b) el delineamiento
de estrategias de acción para lograr incidencia.
3.
En el
establecimiento del plan de incidencia
sugiere a) definir las líneas de acción y la repartición de responsabilidades y
b) la lógica del plan.
4.
Seguimiento y evaluación tomar en cuenta a) el
seguimiento-evaluación de la ejecución del plan b) la evaluación del impacto
efectivamente logrado con la nueva política.
Reflexiones finales
Convertir a la sociedad en un sujeto de dialogo en
unas conversaciones de paz es fruto de un proceso paulatino de empoderamiento
que conduce a actores sociales marginados o excluidos a desarrollar su visión
del mundo social y político, a ganar identidad y su voluntad política, y de esa
manera a concebir y realizar acciones de incidencia política para negociar entornos más favorables a sus
necesidades. Incidir en la gestión pública con eficacia requiere y fomenta una
actitud proactiva, promueve el fortalecimiento organizacional y la necesidad de
robustecer liderazgos, de formular objetivos claros y desarrollar capacidades
para posicionarse ante la opinión pública y a otras fuerzas sociales.
La capacidad de influir en lo político depende del
poder que el grupo logra controlar y de su capacidad para utilizarlo, lo que
tiene que ver con su fortalecimiento como sujeto social y político tanto a su
interior como en sus relaciones con otros grupos e intereses, lo que tiene implícito
un diálogo más amplio que sus propios espacios naturales y sus propias u
exclusivas necesidades.
Los movimientos sociales luchan para lograr negociar
nuevas reglas más equitativas que contribuyan a la transformación de las relaciones
de poder y a la construcción de ambientes de bienestar, convivencia y seguridad
superiores, pero están en espacios en que la multiplicidad intereses debe ser
tenida en cuenta en diálogos abiertos y francos en que se construyen agendas
comunes. La produccion local y regional, genera insumos para la construcción de
política pública de implicaciones nacionales, porque se comparten problemáticas
y necesidades que lo posibilitan.
Un ruta acertada en esa propuesta hecha por el ELN de
depositar la confianza en la sociedad para que participe democráticamente en la
formulación de propuestas, política publica y planes de desarrollo alternativo,
es que esta concluya en el tiempo en una gran DIALOGO NACIONAL y en un PROGRAMA
NACIONAL DE PAZ, que comprometa reformas constitucionales e institucionales
democráticas, Políticas públicas, planes
de desarrollo e inversiones focalizadas.
Notas Bibliográficas. Gran parte de las ideas de este documento pertenecen
al patrimonio cultural de los movimientos sociales de América Latina expuestos
en varios eventos y talleres internacionales y sistematizadas en documentos de
los cuales fueron tomadas de manera literal y ajustadas a la realidad y a las
necesidades del actual proceso de paz Gobierno Nacional –ELN. Entre los documentos
utilizados son relevantes; “¿Cómo actores sociales inciden en políticas
públicas?”. Memorias del IX Seminario Taller Latinoamericano ASOCAM.
Cochabamba, Bolivia. Benalcázar, Patricio. (2006). “Incidencia Política:
Estrategia, Metodología y Herramientas” Ponencia presentada en el Seminario
–Taller de ASOCAM. Área de Sociedad Civil de CRSEcuador. Cochabamba, Bolivia.
CARE (2001). Promoviendo el cambio de políticas. Guías y herramientas para la
incidencia política. Atlanta, USA. Cifra, Jordi (1998). Lobbying, cómo influir
eficazmente en las decisiones de las instituciones públicas. Ediciones Gestión.
Barcelona, España. http//:www.wikipedia.org Ocón (2006). “Reflexión sobre la
aplicación de métodos”. Ponencia presentada en el Seminario –Taller de ASOCAM.
Cochabamba, Bolivia. Prats i Catalá, Joan (2005). Las transformaciones de las
administraciones públicas de nuestro tiempo. Institut Internacional de
Governabilitat de Catalunya, Barcelona, España. McKinley, Andrés. CRS (2002).
Facilitando un taller básico de incidencia política. El Salvador. WOLA-CEDPA
(2005).
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