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martes, 17 de marzo de 2020

 




LA ETICA EN COLOMBIA
Insumos para un conversatorio

CARLOS MEDINA GALLEGO
Docente-Investigador
Universidad Nacional de Colombia

1.     El momento actual que vive Colombia se corresponde a una serie de circunstancias y fenómenos internos que han erosionado profundamente la espiritualidad de la nación como el conflicto social y armado interno, el desarrollo de las economías ilegales del narcotráfico, la corrupción y el clientelismo, marginalidad y pobreza generalizada, violencia social y política fenómenos todos unidos a enconamientos de la mentalidad de la sociedad sobre la lógicas y valores que deben guiar la vida individual y social del conjunto de la población. Existe una marcada tendencia a moverse hacia los extremos en temas que marcan diferencias sustancias en la definición de los escenarios de la conflictividad nacional.   
2.     Esto se produce en el marco del desarrollo de la globalización y del modelo del capitalismo neoliberal y de las formas como las revoluciones de la tecnología y la información impacta el desarrollo cultural a todos los niveles. 
3.     La sociedad colombiana ha cambiado y en este nuevo contexto surge la preocupación por los valores que deben guiar la vida individual, familiar, comunitaria y social de la nación colombiana en circunstancias en que las instituciones rectoras del comportamiento social se vienen erosionando: La familia, la escuela y la iglesia y el Estado,  dando paso a nuevos referentes que se articulan en lo esencial a los procesos económicos y a las culturas de la acumulación y el consumo.
4.     Tal vez el mayor problema que estamos afrontando, más allá de lo social, lo económico y político, se ubica en el campo de la cultura y de la espiritualidad de la nación.
5.     Se está produciendo una profundad crisis en la espiritualidad nacional que afecta los valores morales y éticos que deben guiar la sociedad, en lo individual y lo colectivo, hacia formas cada vez más elevadas de bienestar social, convivencia pacífica y desarrollo democrático.
6.     Esa crisis es el resultado de la evolución histórica de los fundamentos morales y éticos con los que se ha venido construyendo las relaciones sociales que afectan profundamente las posibilidades de un proyecto de nación que se erige en el reconocimiento de los derechos fundamentales de las personas, comenzando por el derecho a la vida.
7.     Es una crisis que se fortalece en la banalización de la vida humana y en la desacralización de la misma y, que se refleja en una sociedad engañada, temerosa y violenta.  

Elementos históricos en la construcción del comportamiento ético y moral en Colombia   

8.     Los fundamentos sobre los que se construyó la espiritualidad nacional son la herencia del régimen de dominación colonial que se construyó sobre la violencia, la dominación, la esclavitud, la explotación de la vida humana y su aniquilamiento físico y espiritual. La herencia cultural de la colonia nos dejó una sociedad patriarcal y creyente sometida al doble régimen de la autoridad política y la autoridad religiosa.
9.     Pese a que las ideas de la ilustración nutrieron la luchas de independencia, solo sectores de las clases dominantes y de las elites se beneficiaron de ellas y alimentaron sus confrontaciones, a lo largo del siglo XIX, en la constitución del Estado Nacional, en una aguda tensión entre la herencia colonial y las ideas liberales de la ilustración.
10.                       El peso del poder de la iglesia con su carga moral e ideológica, que se erigió sobre la sumisión, la pobreza, el misticismo, la obediencia, el sacrificio y el analfabetismo cultural se confronto con las ideas progresistas y laicas que se preocuparon por la formación en valores enfocada a culturizar la población con las ideas provenientes de la ilustración, las ideas de libertad individual, democracia, soberanía popular, pacto social y el racionalismo como fundamento del dominio sobre la naturaleza y los hombres. La lucha de la Fe, contra la razón. La pre-modernidad contra la modernidad.
11.                       Los valores de obediencia y subordinación política se tornaron en rebeldía y luchas de independencia contra el régimen colonial guiado por las ideas de libertad, igualdad y justicia.
12.                       Los preceptos morales cristianos se vieron fuertemente confrontados por la introducción de doctrinas que chocaban con las de la iglesia, como las de Jeremy Bentham.
13.                        En la primera y segunda república la educación estuvo orientada hacia la formación de buenos ciudadanos, quienes tenían deberes y derechos con el estado. La formación en valores dentro de un ámbito de moral, buenas costumbres, obediencia al estado, respeto a la autoridad, civismo, patriotismo, libertad, igualdad y justicia, la puntualidad, la compostura, los gestos, el respeto y la formalidad, entre otras actitudes y valores fueron dando origen a la espiritualidad de la nación y al comportamiento social colectivo.
14.                       En la segunda mitad del siglo XIX, con la aparición de los dos partidos políticos tradicionales, se estructura dos formas de pensarse y existir en la nación colombiana, que son el resultado de no otra cosas que de las contradicciones entre lo religioso y lo laico. Contradicción que persiste en un modelo social y político polarizado y desfigurado de las premisas esenciales de su origen. 
15.                       Con el origen de los partidos y la lucha por el poder político en la conducción del Estado, se da origen a prácticas estructurales que limitan y envilecen la lucha político y la construcción democrática de la nación. La corrupción, ya Bolívar, desde antes, llamaba la atención sobre este fenómeno, y legislaba con la pena de muerte para sus ejecutantes, en la medida que sus acciones son profundamente lesivas al interés publico y al bienestar general de la nación; el clientelismo que se fue fortaleciendo,  en torno al usufructo personal, en la afiliación políticas; el nepotismo sobre el cual se gestara el desarrollo del régimen oligárquico y su particular interés por mantenerse en el poder, lo que llevaría a problemáticas estructurales como el fraude electoral como forma de sustentarse en la administración de lo público.
16.                        La constitución de 1886 se refuerza el papel de la iglesia como la delineadora y conservadora de los preceptos morales de la nación y se le da la autoridad sobre las directrices a seguir en la educación. La regeneración consolida los fundamentos de la vieja sociedad colonial en un contexto histórico de conflictividad creciente y de lentos pero definitivos cambios en el escenario social económico.
17.                       En medio de las guerras de finales del siglo XIX, se desarrollan los procesos de colonización antioquena, se amplía la frontera agrícola, surge la hacienda cafetera y pequeñas empresas artesanales manufactureras que posibilitaron la acumulación originaria del capital aparecen otros intereses como el deseo de acumulación y  enriquecimiento, ambición por el dinero y la tenencia de cosas como muestra de poder económico.
18.                        Desde la colonia las economías ilegales se construyeron alrededor de la actividad minera, el contrabando de tabaco, naipes y aguardiente, construyeron corredores de la ilegalidad y generaron una cultura del beneficio acelerado al margen de la institucionalidad fiscal.
19.                         El desarrollo de las economías señoriales y el avance en el impulso de un modelo de capitalismo dependiente desde comienzos del siglo XX,  fue generando nuevos valores que dieron origen a nuevos comportamientos demarcados por las relaciones económicas. El individualismo, la búsqueda del lucro económico, el respeto a la autoridad, la superación personal, unido a la herencia colonial de las buenas costumbres y el fomento de la moral cristiana marcaron las pautas del comportamiento social hasta mediados del siglo XX.
20.                       Las tres primeras décadas del siglo redefinen las estructuras sociales y configuran los actores y las agendas de conflictividad de la Colombia del siglo XX, movidos por distintos intereses y lógicas sociales y políticas. 
21.                        A partir de 1930 y sobre todo con el gobierno de la revolución en marcha se producen nuevos y significativos cambios en el modelo social y educativo, se reconocen derechos y se configuran nuevos escenarios de conflictividad que da origen al periodo de violencia.
22.                       Las trasformaciones que se están dando en el mundo introduce nuevos elementos de juicio en el desarrollo de las luchas sociales y cierres en las posibilidades de ampliación de la democracia, en una confrontación de las ideas conservadoras contra un liberalismo reformista, al que ahora se le atribuye el calificativo de querer instaurar los ideales  comunistas.
23.                        En las décadas del cincuenta y sesenta se desarrolla un ciclo agudo de violencia interpartidaria, en la que los partidos, la iglesia, y la fuerza pública politizada llevan el país a una confrontación fratricida, que tiene curso de solución entre el gobierno del General Gustavo Rojas Pinilla y el régimen del Frente Nacional, Un pacto politico de mutuas impunidades.
24.                       A partir del Frente Nacional  se da origen a una nueva caracterización del conflicto cuyo componente esencial será lo político-ideológico en un florecimiento de los imaginarios de una izquierda diversa, movida por valores distintos y con prácticas políticas diferenciadas, que se mueven entre lo legal y lo ilegal, entre lo electoral y la confrontación armada.
25.                       Al margen de las luchas sociales y políticas que se desarrollan desde la década de los sesenta, se da el fenómeno del desarrollo de las economías ilegales del narcotráfico con el Boom de la mariguana y la coca, lo que trasforma sustancialmente la vida social, económica y política de la nación e impone nuevos modelos de comportamiento que rompen radicalmente con los viejos preceptos que condicionaban y limitaban el comportamiento individual y colectivo.
26.                       Surge una narcocultura movida por antivalores como: consumismo dependiente, el dinero como fundamento de la existencia, el enriquecimiento rápido, ambición personal, corrupción sistemática y como practica de enriquecimiento, la vida fácil y cómoda a cualquier precio, la intolerancia creciente, perdida absoluta del respeto por la vida, los bienes ajenos, el desarrollo de las economías del despojo y el surgimiento de clases emergentes con poder económico y político capaces de apropiar el Estado
27.                       Todo esto unido al desarrollo de un modelo capitalista neoliberal devastador que saquea los recursos estratégicos de la nación en complicidad con la elites políticas y económicas criollas, generando profundos impactos y auténticas crisis ambientales y humanitarias.   El poder de la economía por encima de la vida humana.
28.                       A partir de la constitución de 1991 la moral cristiana y los valores cristianos como el amor al prójimo, la resignación, la humildad y la solidaridad dejan de ser el único referente moral bajo el cual los colombianos desplegaban su proceder social. La nueva constitución aparte de reconocer la complejidad de la nación colombiana, su carácter multiétnico y pluricultural y la condición de ser un país de regiones  y de culturas, instaura un pluralismo en todas las instancias sociales, también da razón de la presencia de un pluralismo ético.
29.                       En dos siglos se fue trasformando el ideal del sujeto social y su universo de valores éticos y morales, que buscaba la formación de ciudadanos participativos y civilizados a uno que coloca al ser humano en un ámbito productivista y consumista, en una sociedad sin mayores oportunidades productivas e inundada de ofertas consumistas desde donde se construye el valor de las personas.   
30.                        La irrupción de “valores degradantes” ha generado una crisis de valores que colocan en contradicción las relaciones entre calidad de vida -  consumismo; paz con justicia social y democracia - guerra conflicto armado y autoritarismo criminal; honestidad y trabajo de calidad - corrupción y vida fácil.

Elementos para la construcción de un “nuevo” modelo ético

31.                       El comportamiento demarcado por fundamentos éticos y morales define en la práctica una nueva espiritualidad nacional, entendida como un proyecto de vida, individual y social, construido en valores éticos y morales, bastante más integral que el derivado de la aplicación del paradigma de valores sociales dominante.
32.                       Esa nueva espiritualidad compromete la acción social y ciudadana en distintos escenarios que a su vez requieren de estar orientados por valores éticos y morales que los llenen de sentido humano y de realización social y natural de una manera integral.  
33.                       La ética individual. Define los fundamentos y principios desde los cuales el ser humano concreta sus relaciones personales y sociales en un escenario de ejercicio pleno de la libertad, el ejercicio de la justicia y el comportamiento democrático que le permite reconocerse en la diferencia y respetarse en un proceso de dignificación creciente. 
34.                       Si bien el ser humano debe tener claro su carga de responsabilidades y al mismo tiempo su derecho a la libertad, también es cierto que hace parte de un entorno social y por ende político; lo que al mismo tiempo lo convierte en un sujeto que interactúa en un entorno de sustrato ético. A la condición individual le es inherente la naturaleza de sujeto social, que es a la vez un sujeto de derecho y un sujeto político.  
35.                        La condición de ser sujeto de derecho lo ubica en el escenario de lo público, en el que se hacen efectivos el reconocimiento de sus derechos fundamentales y humanos y se crean las posibilidades de que los mismos puedan ejercerse a plenitud. Pero el desempeño en lo público demanda de un comportamiento ético y moral política que reconozca los derechos individuales y colectivos, los respete, proteja y haga efectivos sobre el principio de responsabilidad social y solidaridad en el universo de la organización política de la sociedad, constituida no solo por el Estado y sus instituciones, sino, por las distintas formas de institucionalidad en las que se hacen efectivos los derechos de las personas, los ciudadanos y las comunidades.  

    La ética social. Se preocupa por el ejercicio de las normas y principios morales de la vida colectiva en un ámbito institucional y no institucional. La ética social constituye el complemento necesario de la ética individual, que considera la responsabilidad del individuo con respecto a los demás y para consigo mismo y de la ética política que define las lógicas a través de las cuales se hace ejercicio del poder para la construcción del bien común, el bienestar general y la convivencia democrática. 

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